Unos okupas a los que ellos no critican y les conceden todo el derecho a meterse en cualquier casa vacía haciéndolo pasar por justicia social. Claro, es mucho más fácil meterse en una casa, no trabajar y acogerse a todas las ayudas sociales que este Gobierno les ofrece.
Me molesta profundamente que se les asocie a pijos, consumistas y jugadores de golf como si fueran de una casta superior. No señor, para todos esos ignorantes que critican sin conocimiento de causa, les diré que el golf no sólo se juega en clubs privados, que están en su perfecto derecho a hacerlo los que allí lo hacen, sino que en casi todas las comunidades hay campos de golf públicos en los que un abono anual no vale más que una buena entrada de fútbol para un partido importante. Pero claro el deporte rey en España es el fútbol , es de masas y es del pueblo por eso están todos los clubes como locos por recuperar el final del campeonato de Liga y volver a la actividad cuanto antes aunque sean las propias entidades las que deban pagar las pruebas a sus jugadores.
Mientras tanto ahí siguen deportistas como Rafa Nadal, Mireia Belmonte, Carolina Marín y otros tantos sin poder volver a entrenar porque no lo tienen permitido pero lo fácil es que vuelva el fútbol y criticar el golf, que se puede hacer individualmente, y es de pijos.
Y me molesta más aun, que los votantes de Podemos, que como tales en un país democrático tienen todo mi respeto, sean vistos como un nuevo sector de la sociedad, joven, progresista y que mira al futuro mientras que a los votantes del Partido Popular y Vox, que democráticamente tienen el mismo derecho, se les califica de pijos, fascistas y niños de papá. Me encantaría que el señor Rufián hiciera un poco de autocrítica porque el honor a su nombre lo lleva muy a gala pero nada más.
La sociedad democrática debe ir mucho más allá de rojos, de derechas, fascistas y podemitas especialmente si tenemos en cuenta que hablamos de partidos legales. Nos guste o no nos guste todos forman parte de ese espectro electoral que tenemos ahí pero lo que no concibo es la vida incoherente de los llamados progresistas, que más bien defienden tesis comunistas, y que luego quieren vivir como capitalistas. Señores coherencia personal y política. Qué fácil es hablar desde abajo y como cambiamos una vez en el poder.
Antes, vivir en Vallecas era un orgullo pero al llegar los niños, el aire libre y un chalet en la sierra es más placentero, eso es lo que mismamente dijo el flamante Vicepresidente del Gobierno al ser preguntado por su casa, además y según él mismo manifestó está en su derecho. Y no digo yo que no pero que se lo explique a sus votantes y a todos los que, como él, pretenden convencernos de su política bolivariana.
Coherencia señores, coherencia y más en un momento en el que los llamamientos a la unidad política no surten efecto por el gran abuso que se está haciendo del Estado de Alarma. Al menos si hubiera un poco de coherencia y dignidad podríamos sacar algo positivo de esto pero hasta el momento las “lecciones aprendidas” en estos dos meses no parecen estar dando frutos. Una lastima porque queda mucho aun.