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“Ámbar y turquesa”, por Manuel Jesús Soler. Licenciado en Filología Hispánica y Profesor de Lengua y Literatura
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“Ámbar y turquesa”, por Manuel Jesús Soler. Licenciado en Filología Hispánica y Profesor de Lengua y Literatura

lunes 26 de febrero de 2024, 08:31h
“Ámbar y turquesa”, por Manuel Jesús Soler. Licenciado en Filología Hispánica y Profesor de Lengua y Literatura
“Ámbar y turquesa”, por Manuel Jesús Soler. Licenciado en Filología Hispánica y Profesor de Lengua y Literatura

Aprovechando una nueva estancia en su Cartagena natal, la escritora Sonia Saavedra ha dedicado parte de su tiempo a promocionar su libro “Ámbar y turquesa”.

“Ámbar y turquesa”, por Manuel Jesús Soler. Licenciado en Filología Hispánica y Profesor de Lengua y Literatura

El pasado lunes 19 de febrero lo hizo en la Asociación de Amas de Casas y Usuarios de Cartagena acompañada del escritor y abogado Don Fernando Da Casa. Con anterioridad, el viernes 16 de febrero llevó a cabo la presentación de su libro en la sede cartagenera de la Real Sociedad Económica del País, institución que hace casi 155 años, en 1870, promovió la creación de la primera Biblioteca Pública de Cartagena.

Hoy, en consideración a ese hito cultural, y como agradecimiento a nuestra colaboradora, no se nos ocurre mejor homenaje que traer a colación las palabras que, en el magnífico acto celebrado en el incomparable marco del Salón de actos de “La Económica” le dirigió el profesor de Lengua y Literatura Don Manuel Jesús Soler.

Ámbar y turquesa, primera colaboración de la autora con una editorial cartagenera, es una colección de once relatos cortos divididos en tres partes de muy distinta inspiración y propósito:

  1. La primera parte, con el significativo título de Imaginación, consta de dos cuentos de una inspirada prosa poética donde la autora realiza, en el primero un precioso homenaje a Saint Exupéry –no en vano Saavedra fue profesora de francés- y en el segundo nos cautiva con una extraña relación entre la protagonista y una presencia alada –a veces un pájaro, a veces una mariposa- entre los que se establece una fuerte comunión espiritual e incluso un amor correspondido.

  1. Con la segunda parte del libro, abandonamos la fantasía y bajamos no ya a la tierra, sino a la tierra de la autora, a su Cartagena natal. Es decir, bajamos no ya a lo terrenal sino a lo terruñero.

En algunos de estos relatos, Sonia Saavedra mira hacia atrás con nostalgia y recuerda mejores tiempos de algunos queridos rincones de su tierra, como el Mar Menor o Los Nietos. En otros, muestra su preocupación y amor por el patrimonio cultural y artístico de Cartagena, como puede ser el monasterio de San Ginés de la Jara, el monumento a Isidoro Máiquez o la Casa Cuna.

En ocasiones, el relato en esta parte del libro, adopta unos tonos que nos recuerdan la literatura costumbrista, como en esa evocación del vendedor de hierba buena que vendía su mercadería en el mercadillo del miércoles. En otros relatos no es el espacio físico en el que habita, sino los recuerdos de historias reales vividas con los amigos cartageneros que, ambientadas en Cartagena, Sonia Saavedra vuelca en el papel.
3.-La tercera parte se compone de un solo relato: Mi particular triunfo, que, en mi opinión es la joya de la corona de este libro. En él, la cocinera de Beethoven (la cocinera de Viena), con una hermosa prosa, le declara al compositor sus sentimientos, en los que no es posible discernir entre el amor y la admiración. Es conmovedor asistir a la escena: la joven, desde el marco de la puerta observa fascinada al músico enfrascado en su trabajo y, aprovechando quizá su sordera (Ludwig, ¿me escuchas?), vacía su corazón y le declara su admiración profunda y su amor desde joven.
Magistral cierre para un libro que nos ha cautivado y que les recomiendo no pasen por alto, pásense por sus páginas y no quedarán defraudado
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