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Nicolás Maduro dice que la votación fue limpia y transparente

Nicolás Maduro dice que la votación fue limpia y transparente
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viernes 04 de agosto de 2017, 12:01h
Smartmatic sigue afirmando que fue manipulada.

El presidente venezolano ha desestimado las denuncias realizadas por la oposición y por algunos países contra los resultados de las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente del domingo, calificándolas como parte de un esfuerzo por manchar una votación limpia y transparente, después de armarse la marimorena una vez que la empresa que provee las máquinas de votación asegurara que las cifras de participación en los comicios para la Constituyente de 8,1 millones de votos fueron manipuladas para inflar la cuenta en al menos un millón de votos.

Maduro negó citando documentos internos del Consejo Nacional Electoral, que solo 3,7 millones de personas hubieran votado hasta las 17.30 hora local del domingo.

La oposición por el contrario utiliza esos documentos, para hablar de manipulación asegurando que si 3.720.465 personas habían votado a las 17.30 hora local y el proceso finalizó a las 19.00 hora local es imposible que en hora y media votaran 5 millones de personas.

El mandatario venezolano hizo una defensa tajante de los resultados oficiales, dándolos por veraces y declarando: "Este proceso electoral no lo mancha nadie, porque es un proceso electoral transparente, auditado antes, durante y después".

Sin embargo Smartmatic, la empresa que creó el sistema de votación que Venezuela utiliza desde el 2004, a través de su presidente Antonio Mugica, en un encuentro informativo en Londres ha dicho: "Sabemos, sin ninguna duda, que la participación de la reciente elección para una Asamblea Nacional Constituyente fue manipulada", argumentos más que suficientes para que los opositores hayan calificado la elección de los miembros como ilegítima y por una iniciativa diseñada para reescribir la carta magna, disolver el Parlamento y eliminar a la oposición, toda vez que la baja participación sería una muestra de rechazo de la ciudadanía contra Maduro, mucho más después de que la oposición celebrase el mes pasado un plebiscito no oficial en el que, sin confirmación que la autentique, obtuvo más de 7,5 millones de votos en contra de la polémica Constituyente.

Recordemos que los únicos datos sobre la participación llegaron por boca de la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, cerca de la medianoche del domingo, cuando aseguró que votaron 8.089.320 venezolanos, quien además adelantó que iniciarían acciones legales contra la firma que provee las máquinas de votación y que hasta ahora parecía tener una relación comercial fructífera con el Gobierno. "Es una aseveración irresponsable con base en estimaciones sin fundamento en la data que maneja exclusivamente el poder electoral", dijo Lucena para desacreditar a Smartmatic, de la que dijo que es tan solo una compañía que "provee ciertos servicios y soporte técnico no determinantes en los resultados".

Por otro lado Jennifer McCoy, analista política que dirigió misiones de observación electoral del Centro Carter declara: "Aunque es posible tener un último empujón al final del día, y el Partido Socialista Unido de Venezuela ha intentado hacerlo en el pasado, duplicar el voto en la última hora y media sería algo sin precedentes".

Y en este tiempo, que va desde el domingo hasta hoy, el Gobierno estadounidense ha sancionado a Maduro, al que ha llamado "dictador" para "apropiarse del poder absoluto". La Comisión Europea ha dicho que está considerando "toda la gama de acciones" que podría tomar contra la Administración de Maduro, mientras que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, informó que su país propondrá la supresión de la autorización de viaje y la retirada de los visados a las personas vinculadas al Gobierno, aunque otras voces como Insumisa, partido de extrema izquierda de Francia, han defendido a Maduro afirmando que su Gobierno no es una dictadura.

Venezuela es un polvorín, la crisis que atraviesa con millones de personas sufriendo escasez de alimentos, una inflación desorbitada y con la gente en la calle tras meses de protestas antigubernamentales, hace más que improbable que el Gobierno pueda mantenerse según algunos analistas políticos. Una crisis que también es política y donde Maduro empieza a tener deserciones entre los suyos, como es el caso de Luis
Rondón, quien el pasado martes dijo en su cuenta de Twitter "Por primera vez desde que asumí este compromiso con el país, no puedo avalar la consistencia o veracidad de resultados", o como la Fiscal General, Luisa Ortega, aliada de Hugo Chávez, que se enfrentó a Maduro al rechazar por ilegal la asamblea constituyente, abriendo además una investigación contra cuatro rectoras del Poder Electoral tras la denuncia de Smartmatic, a los que se suma el opositor Julio Borges, Presidente del Parlamento, quién ha dicho: "Ese resultado, si antes era nulo, ahora es absolutamente inexistente y en Venezuela tiene que abrirse en este momento todo un proceso de protesta social, de demanda legal".

Mientras tanto son más de 120 personas las que han muerto en las protestas de los últimos meses en una crisis con claros visos de seguir.

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