El escepticismo se ha vuelto crítica mordaz tras hacerse público que en el catálogo de tareas que los funcionarios andaluces pueden hacer desde casa, difundido por la Junta esta semana, aparece un centenar de cursos de formación on-line a disposición de los empleados públicos, algunos tan variopintos como la meditación contra el estrés (Mindfulness) o estudios sobre el Estatuto de Autonomía.
La Cámara de Cuentas aclara en un informe : “No resulta posible conocer ni cuantificar los efectivos reales de la Junta de Andalucíaal final de cada ejercicio a partir de la información contenida en las memorias de cumplimiento de los programas presupuestarios ni en la memoria, ambos estados incluidos en la Cuenta General rendida cada año” Recordemos que la Junta tiene una plantilla de más de 270.000 trabajadores. La mayoría son funcionarios de Sanidad y Educación con plaza definitiva, pero también hay interinos, personal eventual, altos cargos de confianza nombrados a dedo en cada consejería y una plantilla anexa de empleados públicos que trabajan para los entes instrumentales del Gobierno: fundaciones, empresas y agencias etc etc que no son otra cosa que una “administración paralela” cargada de enchufados, tantos que se cifran en 13.000 los puestos fantasma de los que la Junta no da cuentas.
Así el organismo de control cifra un total 230.714 trabajadores, sin embargo, los centros de gestión consultados para la elaboración del informe de Cuenta General de la Junta arrojan otra cifra distinta: 243.844 empleados públicos, es decir 13.000 empleados más. Colegas de partido, amigo de éste y de aquel, familiar de tal o cual político que como el resto de funcionarios se verán beneficiados de ese subterfugio " legal" utilizado por Susana Díaz para desobedececer al Tribunal Constitucional y cuyo costo pagamos el resto de andaluces que no gozamos del premio de trabajar menos horas y ganar lo mismo.
Por tanto el engaño es doble y si no solo hay que leer ese informe que revela un incremento imprevisto de personal en la plantilla del Gobierno de Susana Díaz durante el ejercicio 2015, contabilizando 13.000 empleados más respecto a años anteriores. Una de las conclusiones de este documento es la propia dificultad que ha encontrado la Cámara de Cuentas para determinar con exactitud cuántas personas trabajan para la Junta.