Normalmente, al día siguiente, esa firma de tiza, es remarcada cuidadosamente por algún responsable de la bodega con un pincel de fino trazo y pintura blanca, para que perdure en el tiempo. En Jerez yo tenía conocimiento de que Isaac Peral había visitado una de esas bodegas, donde había acudido invitado, concretamente el 21 de Mayo de 1889.
Antes de este maldito confinamiento, aprovechando una semana que fui por esos lares, preguntando a los lugareños, busqué y encontré esa bodega y pude fotografiar ese barril (en Jerez, Bota), la cual pertenece a la prestigiosa marca de Bodegas de González Byass.
Y para corroborar la visita, aquí queda patente la imagen de la citada bota, con la antedicha firma del inventor cartagenero, para dar fé de su existencia.