Si usamos remolacha ya cocida, escurrir del líquido de la conserva con cuidado de no mancharnos. Si se usa natural, lavar bien con las zanahorias, pelar ambas ligeramente y cortar los extremos de los tallos. Trocear en piezas de un bocado.
Calentar un par de cucharadas de aceite de oliva en una cazuela y añadir la cebolla, el ajo y el jengibre, removiendo hasta que suelten sus aromas. Añadir el cilantro en grano, la guindilla y la canela. Salpimentar y pochar hasta que la cebolla empiece a estar blanca.
Incorporar la zanahoria y la remolacha y saltear durante unos 3-5 minutos. *Añadir la carne, salpimentar y dorar a fuego fuerte durante 1-2 minutos**. Cubrir con agua o caldo, llevar a ebullición, bajar el fuego, tapar y dejar cocer lentamente durante 1 hora.
Exprimir el zumo de media naranja y pelar y trocear el resto, o separar en gajos. Añadir el zumo al estofado con la miel y el azahar. Incorporar la naranja cortada, remover con suavidad y tapar. Cocer unos 15-20 minutos más, o hasta que la carne esté bien tierna y haya reducido.
Si tuviera demasiado caldo, cocer a fuego algo más fuerte destapado unos minutos más. Servir con semillas de sésamo tostadas y perejil lavado y picado al gusto.
Sin duda, a este estofado de cerdo con remolacha, zanahoria y naranja le va de maravilla cuscús o sémola cocida con un poco de mantequilla, o simple arroz blanco. Con una ensalada de acompañamiento o una crema o sopa fría sencilla tendremos un menú completísimo, mejor aún si hay buen pan para rebañar.