Esta operación, autorizada por el juez, se produce el mismo día en el que archiva dos piezas de la causa que investiga a Villarejo.
Las detenciones y registros se han producido esta mañana en Sotogrande, Marbella y Madrid y han sido ordenados por el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea, que lleva la instrucción de la conocida Operación Tándem. Entre los detenidos está el empresario y marido de la periodista Ana Rosa Quintana, que ha sido arrestado en Madrid, mientras que a su hermano en Andalucía, por orden de la Fiscalía Anticorrupción.
Hay que decir que el tema ya viene de atrás. En los registros en el domicilio de Villarejo el pasado 3 de noviembre, los agentes descubrieron numerosas conversaciones del comisario grabadas en las que quedaba demostrado que éste realizaba negocios privados ajenos a su función pública y por los que cobraba grandes cantidades de dinero.
Hace unos días se conoció que uno de esos clientes era Corinna zu Sayn-Wittgenstein, quien le llegó a reconocer que actuaba como testaferro de Juan Carlos I. Los investigadores sospechan que Villarejo cobraba por realizar informes y gestiones grandes a través de sociedades radicadas en paraísos fiscales. Entre sus trabajos ofrecía información confidencial, obtenida por sus contactos en la Policía, así como datos privados de Hacienda o del Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales.
De una de esas grabaciones y documentación incautada en su domicilio, los investigadores han detectado una nueva modalidad de actuación de Villarejo. En el caso que nos ocupa, el excomisario Villarejo habría sido contratado para chantajear a un letrado para que sus clientes pagaran una deuda que tenían con ellos. Para ello llevaban a cabo seguimientos y utilizaban métodos ilegales. Ahora los investigadores quieren conocer si los ‘clientes’ de Villarejo conocían estos métodos utilizados y si finalmente el chantaje se llevó a término.