Para algunos, el problema se llama P.E.P.R.I. cuando en realidad el problema es no haberlo ejecutado nunca. ¿Qué quiere decir esto? Por Ley tiene que haber un Plan Especial de Protección del Patrimonio. Existe pero los intereses particulares impiden su aplicación, y esto ha dado como resultado (entre otros factores) la situación de deterioro que repercute en la pérdida de economía, empleos precarios y creación de otros problemas como el de la vivienda e infravivienda. ¿Qué busca el P.E.P.R.I.? Mediante la conservación del patrimonio arquitectónico se consigue la mejora económica: atracción de turismo y negocios vinculados como la hostelería, tiendas de recuerdos, guías turísticos, tiendas de ropa, creación de puestos de trabajo cualificado, etc. El Ministerio de Cultura apremió a Lorca a renovar el P.E.P.R.I., cambiándose por el P.E.P.R.I.C.H. ¿Cuál es la principal diferencia con su predecesor?
El segundo significa paradójicamente la destrucción del patrimonio cuando su fin es conservar ya que rebaja las protecciones, permite construir más alturas y vanos y otras muchas otras cosas pero lo que más destaca es que permite el derribo sistemático de los interiores de los edificios y casi no tiene en cuenta los restos arqueológicos que seguro aparecerán. Y este es el problema ya que son precisamente los interiores de los edificios los que tienen el valor real. Para comprenderlo, pensemos en la Alhambra: exterior sobrio, interior riquísimo. Esto mismo pasa en Lorca (salvando las distancias): las fachadas son lisas, bícromas, sencillas… pero tras estas fachadas se esconde la verdadera riqueza, los interiores: techos y paredes policromadas, suntuosas escaleras, ventanas características de Lorca, ricos suelos, mobiliario decimonómico. Se trata de riquísimos interiores celosamente escondidos que, de conservarse, harían que las viviendas de la zona se revalorizaran enormemente. ¿A quién no le gustaría tener en su salón un techo de madera policromada con pinturas de los siglos XVIII y XIX?.
En otras localidades es en estos edificios donde se construyen viviendas y hoteles de lujo (a veces incluso están al alcance de muchos). En Lorca se espera a que las declaren ruina técnica para derribarlas y poder construir edificios sin el mínimo gusto estético y haciendo caso omiso a la norma que nos dice qué materiales han de usarse, qué colores, qué formas para que no desentonen con el entorno (entorno que por otro lado ya no existe). Lo que caracterizaba a Lorca ya ha desaparecido, quedando aún algún edificio aislado que también caerá bajo la pala.
“Lorca esconde restos arqueológicos desde hace más de 5500 años”
Pero el Casco Histórico de Lorca tiene más que estas casonas históricas: el suelo de Lorca es uno de los más grandes y ricos yacimientos de toda la región (por no decir el que más) ya que todos sus solares esconden algo: restos arqueológicos desde hace más de 5500 años. Los restos arqueológicos no son un problema. Todo lo contrario, los restos arqueológicos también revalorizan las propiedades al dotarlas de un mayor estatus socio-económico. ¿Nunca te has preguntado por qué hay hoteles que se construyen sobre lugares donde se sabe que existen restos arqueológicos y estos se incorporan al edificio? La respuesta es sencilla: gracias a los restos arqueológicos se consiguen dos cosas: 1. Aumentar el precio de las habitaciones 2. Conseguir ingresos extra con el turismo.
El P.E.P.R.I.C.H. es una herramienta que en teoría ha de servir para conservar el patrimonio en la Casco Histórico pero se pretende utilizar para todo lo contrario, para propiciar la construcción de edificios de nueva planta y la destrucción sistemática de nuestro patrimonio, de lo que realmente da riqueza económica (además de la cultural y social). Vivir sobre unos restos arqueológicos y conservar los interiores de los edificios son oportunidades únicas y no debemos dejar que sean destruidos. Destruir nuestro patrimonio, el que no se ve, es destruir el futuro de Lorca y nuestros jóvenes. Al contrario de lo que nos dicen, se puede conservar el patrimonio y tener viviendas dignas (no son excluyentes). Pongamos un ejemplo: en Granada existen muchos casos: frente al Jardín Botánico hay un edificio de reciente construcción (tendrá escasos 5 años) que guarda en su sótano restos de la muralla de la ciudad. En lugar de destruirla, la gente vive encima de esta. Unos metros más hacia dentro, frente a la Catedral, hay un edificio que ahora es un hotel. En su sótano tiene restos arqueológicos varios visitables. Al lado de este, otro hotel, donde se encontró un sarcófago romano de plomo. Ambos lugares son hoy hoteles de 5 estrellas.
¿Y en Lorca? En la plaza del Ibreño se encontró uno de los escasos templos íberos de toda la Península Ibérica. Lo destruyeron para construir un garaje. En la calle de la Biblioteca “Pilar Barnés” aparecieron muchas tabernas romanas. Hoy son garajes. ¿Podéis imaginar si se hubieran conservado? Ahora serían un foco de atracción turística: una calle llena de tabernas romanas fuera de Pompeya. Nos están negando la posibilidad de tener una mejor economía, una mejor vida. Esto nos lo da el patrimonio.
Desde la Asociación “Lorca por su patrimonio cultural” abogamos por la conservación del patrimonio por sus propios valores pero también porque este ayuda a mejorar la maltrecha economía del municipio, un municipio cuya economía se basa esencialmente en el sector primario, un sector que no suele requerir mano de obra cualificada. Con el turismo y la cultura bien planificados se puede conseguir una cierta variedad económica y no depender casi al 100% de un único sector. El sector servicios quedó casi en el recuerdo. Con el patrimonio se pueden reflotar este último y el sector turístico, casi desaparecido de la ciudad. El patrimonio no es solo algo bonito, posee una serie de valores que aportan, y mucho, a la economía, creación de empleo, revalorización inmobiliaria y mejora de los servicios.
Por ello, solicitamos que el PEPRICH sea nuevamente redactado, esta vez teniendo en cuenta los valores reales del patrimonio y sus aportaciones. El dinero fácil y rápido que aporta la construcción es, como reza el dicho, “pan para hoy y hambre para mañana” ya que una vez finalizadas las obras no existe posibilidad de seguir contribuyendo a la creación de empleo y mejora de la economía. En cambio con el patrimonio sí se consigue: construcción, creación de empleo en los sectores de la cultura, turismo, hostelería y afines. Creemos una Lorca con futuro de la mano del patrimonio, no destruyamos el futuro de los lorquinos.
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