Como recordarán el pasado 26 de marzo el Departamento de Justicia de EEUU acusó al presidente Nicolás Maduro y otros altos funcionarios, de estar vinculados a una trama de tráfico de drogas y ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por su captura. Y mientras ello sucedía Estados Unidos mandaba a su armada naval al Caribe.
El presidente, Nicolás Maduro, en una carta dirigida al pueblo norteamericano denunció que "esta locura" puede desembocar en "un conflicto bélico costoso, sangriento y de duración indefinida".
"Les pido, con el corazón en la mano, que no permitan que su país se vea arrastrado, una vez más, a otro conflicto interminable, otro Vietnam u otro Irak, pero esta vez más cerca de casa" dijo el Presidente venezolano tras presentar unas presuntas pruebas en las que EEUU y Colombia habían preparado un plan militar para asesinarle a él y a otros funcionarios de su Ejecutivo.
EEUU justificó la movilización de su fuerza naval militar hacia el Caribe y el Pacífico oriental, como parte de una operación de lucha contra el narcotráfico en la que Trump estaría sopesando incluso atacar Venezuela, con el fin de ganar votos toda vez que las encuestas de cara a las elecciones presidenciales no están a su favor, debido entre otras cosas a sus constantes fracasos que van desde la derrota estadounidense en Oriente Medio hasta su incapacidad y mala gestión respecto al brote de coronavirus.
Trump cree que el derrocamiento de Maduro, le beneficiará electoralmente, de ahí su empeño por empezar una guerra.