Según el estudio coincidente sobre la causa de los trombos llevado a cabo por por el Instituto para la Inmunología y la Medicina Transfusional de Greifswald (Alemania) y el Hospital Universitario de Oslo al detectar esta molécula, el organismo generaría una respuesta inmunitaria adversa.
Esta respuesta según los investigadoresproduciría una caída drástica del recuento de plaquetas aumentando la producción de trombina, una proteína que favorece la coagulación.
De esta manera los trombos se generarían por este aumento súbito de trombina.
Hasta llegar a esta conclusión, los científicos analizaron muestras de pacientes que sufrieron eventos trombóticos pocos días después de habérseles inoculado la vacuna de AstraZeneca.
Estas investigaciones suponen el poder mejorar el tratamiento y así evitar la muerte tras la detección de la trombocitopenia trombótica asociada a la vacunación, facilitando que los equipos médicos puedan estar prevenidos ante la posibilidad de que pudiesen desarrollarse trombosis.
Los investigadores sugieren la administración intravenosa de inmunoglobulinas y de anticoagulantes distintos a la heparina, entre otras posibles soluciones.
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