En marzo de 1917, el submarino italiano Alberto Guglielmotti, partió desde la base naval de La Spezia, para unirse a la flota que operaba en el mar Adriático durante la I Guerra Mundial. Pero nunca llegó a su destino. Desafortunadamente, un buque de guerra británico llamado HMS Cyclamen, lo confundió con un submarino alemán, y lo hundió. Un desatortunado error, ya que británicos e italianos eran aliados en esa contienda, aunque serían enemigos en la II Guerra Mundial.
Cuando la nave comenzó a irse a pique, los británicos se dieron cuenta del error y trataron de rescatar a la tripulación. Pese a ello, catorce marineros italianos murieron ahogados. La historia es doblemente terrible si se tiene en cuenta que el submarino siempre había usado hasta la fecha como embarcación de adiestramiento, y que aquella iba a ser su primera misión bélica.
Ahora, 101 años después de aquel trágico suceso, los buzos de un dragaminas italiano que realizaba maniobras en aquella zona ha descubierto unos restos sumergidos que, según todos los indicios, coinciden con los del submarino hundido. Los buzos han identificado su cañón de popa y, además el pecio se encuentra en el mismo sitio que el barco que lo hundió indicó en su informe.