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Rabia y tristeza: en Alboloduy despues de que una madre encuentrara a sus hijas envenenadas por su ex-marido
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Rabia y tristeza: en Alboloduy despues de que una madre encuentrara a sus hijas envenenadas por su ex-marido

martes 19 de marzo de 2024, 08:16h
La madre encontró a las niñas muertas en la cama y llamó a la Guardia Civil. Un amigo de la madre relató que ella estaba preocupada por no recibir noticias del padre de las niñas. Finalmente, el amigo llamó a la mujer y escuchó gritos y sollozos, confirmando que los tres estaban en la cama, pero no sabía si estaban vivos o muertos.

En Las Alcubillas, una pedanía dividida entre los municipios almerienses de Gérgal y Alboloduy, la Guardia Civil está llevando a cabo una investigación sobre el presunto asesinato de dos niñas de dos y cuatro años de edad, así como la posterior muerte de su padre. Los trágicos sucesos ocurrieron en la noche de este domingo en el interior de la vivienda, ubicada en una zona diseminada del municipio.

Una mujer de nacionalidad rumana llamó a la Guardia Civil pasadas las 22:30 horas del domingo para alertar de que su expareja, un hombre también rumano, y sus hijas habían podido ingerir una sustancia venenosa. Según ha podido saber este medio, las encontró muertas en la cama.

Un amigo de la madre ha sido contactado por LaSexta. José María ha compartido en una conversación telefónica cómo encontró los tres cuerpos sin vida. Según su relato, la mujer estaba nerviosa ya que no había recibido la llamada acordada de su expareja a tiempo.

José María cuenta a laSexta que recibió una llamada en la que le dijeron que hacía más de dos horas que le tendría que haber traído a las niñas. Según indica, la mujer llamó en numerosas ocasiones a su ex. También llamó a su familia, quienes sí respondían pero tampoco conseguían ponerse en contacto con su ex. "Dicen que toma mucho y se pone así de vez en cuando", apunta José María. Pensaban que como ahora vive en un cortijo, podría haberse ido a la sierra y estar sin cobertura.

José María, al no ver que llegaran después de una hora y media, decidió llamar a su amiga por teléfono. "Lo único que pude escuchar fueron gritos y sollozos. Me informó que los tres estaban acostados en la cama, pero no sé si están vivos o muertos", relata José María. "Le sugerí que los tocara para comprobar si estaban calientes y ella me respondió que las niñas están frías. Fue ella quien los encontró", agrega.

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