Ningún científico mostró interés por el hallazgo. Unas fotografías llegaron al Professor Stringer del Departamento de Antropología Palaeobiología del Museo de Historia Natural de Londres. Sus conclusiones coincidían con el de un grupo de biólogos, autores de un reportaje para la revista Skeptic Magazine.
En mayo de 2001, un joven residente en Plovdiv (Bulgaria) dijo haber descubierto una misteriosa testa junto a un extraño objeto metálico. Fue estudiado el Director del Museo de Paleontología en Asenovgrad, Dimiter Kovachev. Tenía 250 gramos de peso (300 gramos el de León) y seis cavidades, lo que le aleja de cualquier similitud con cualquier cráneo humano. Así es como empezó a hablarse de cráneo extraterrestre pues no poseía analogía o parecido a cualquier cráneo homínido conocido.
Precisamente, el cráneo de Rhodopé permaneció oculto durante años en los laboratorios de investigación en la Universidad de Ciencias en Sofía.
Los lugareños de la zona maragata de León que son hombres y mujeres del campo lo relacionaron con un «riñubeiro», un ser que, según la mitología, bajaba de los rayos cuando había tormenta.
Julia Galway-Witham: después de haber mirado las fotos del "cráneo de Rhodope", así como las fotos de su hallazgo, fue capaz de identificar lo que era al comparlo con otras fotografías aclarando que era la parte posterior de un cráneo de vaca.
Por oto lado Donald R. Prothero, Alexey Bondarev y Tim Callaham han arrojado una más que posible explicación al enigma de los cráneos “extraterrestres” como el de Rhodope. En su opinión, podría tratarse sencillamente de restos de cráneo de vaca a los que se les ha fracturado la parte delantera, es decir, el morro. De este modo, sumado al deterioro, la primera sensación es la de pensar en un ser desconocido, si no de otro mundo.
Pero Iván guardaba un as en su manga. Y es que había hecho examinar el cráneo por especialistas veterinarios de Atapuerca quienes afirmaron “no poder hacer pruebas de ADN por contaminación en el cráneo y la de carbono 14 (para datarlo) era inútil porque los especialistas vieron que es un hueso joven y no un fósil.
Dispuestos a despejar las dudas compraron la cabeza de una ternera en una carnicería y le desprendieron el morro y los cuernos como especificaba la revista Skeptic Magazine. El resultado no deja lugar a dudas. No es un trozo de ternera, A sí el cráneo de León, como el de Rhodope, siguen siendo un misterio.
Si (
No(
A favor (
En contra (
