Ahora nos encontramos para indignación de estos empresarios que el tal Simón no ha tenido remilgos para culpabilizar directamente al sector como principal culpable de la transmisión del coronavirus, una larga frase que ha indignado a los superindignados y maltratados hosteleros, que no han tardado ni un minuto en responderle al Portavoz aragonés afincado en Madrid.
Así, dicen los injustamente culpabilizados, Simón no está teniendo en cuenta las estadísticas publicadas donde se muestran el número de brotes acumulados, según el lugar de contagio y por el que los establecimientos de restauración y organización de eventos se encuentran al final de la lista.
Y tampoco tiene en cuenta Simón, dicen los hosteleros, la mala gestión política respecto al plan de vacunación, no siendo éste un plan efectivo como ocurre en otros países, es decir, de forma urgente y masiva, dadas las circunstancias, la ausencia de control de PCR en aeropuertos, test de antígenos en farmacias, aún por ver, además de todas las medidas restrictivas impuestas que el sector de la hostelería viene cumpliendo y muchas de ellas como los cierres no han hecho otra cosa que fomentar aún más los encuentros sociales en domicilios familiares, con total ausencia de seguridad ni mascarillas.
En definitiva, un cúmulo de malas prácticas que no ayudan para nada al mantenimiento de este vector económico que pasa por un momento dramático para la conservación de sus establecimientos.