Una de las medidas de Rosa María Freire, titular del Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid fue un rastreo de las llamadas que había hecho Cesar Román, convertido desde su desaparción en el principal sospechoso de la que había sido trabajadiora suya y su pareja.
Una llamada realizada el 5 de agosto, a las 16.21, a la empresa Radiotaxi es una de las pruebas con las que cuenta la policía, ya que gracias a la misma confirmaron que Cesar Román había solicitado un servicio. El paso siguiente fue identificar al conductor. Lo que este declaró reforzó las sospechas sobre Román. El taxista lo identificó, a ello ayudó su baja estatura. Cesar Román era persona a la que recogió y que iba cargado con una maleta muy pesada . La descripción que hizo de la maleta dejó claro que era la misma que contenía el cuerpo de la víctima.
Sin embargo no es la única. Hay además unas llaves; las que abrían la nave de Usera. La policía considera acreditado que Román era quién tenía el único juego que permitía abrir el local. En los días posteriores al hallazgo del torso en la maleta, los agentes le preguntaron a uno de sus socios, Celestino Martínez, si alguien más tenía copia de esas llaves. Martínez respondió que no. Lo mismo contestaron sus empleados. La conclusión es que solo él pudo entrar allí sin forzar la puerta.
Tras su detención, la policía ha registrad del piso de Zaragoza que compartía con dos hombres de origen dominicano. Durante el mismo le fueron intervenidos cuatro móviles y tres tarjetas telefónicas de prepago. La policía intenta saber con quién contactó y si alguien pudo prestarle ayuda para eludir la justicia.
Una vez en Zaragoza se hizo pasar por José Rafael Rujano Contreras de nacionalidad venezolana. Fue a comisaría de Zaragoza y denunció que había perdido la cartera con la documentación, incluida la tarjeta de residencia en España. El papel de la denuncia le sirvió para poder trabajar en el restaurante Gerardo,aseguró haber sido discípulo de Juan Mari Arzak.
Por el momento nada se sabe de los 100.000 euros que sacó de sus cuentas cerca de 100.000 euros.
Hoy ha salido de la cárcel de Zuera, en Zaragoza en dirección a Madrid, donde deberá presentarse ante la jueza Freire. Cesar Román se ha declarado hasta ahora inocente.