Camino por tus baldosas y el sombrero de ala ancha de un capitán de los Tercios de Flandes me saluda desde un bar. No, el Gran Bar ya no existe; tampoco las puntillas de Carmen Conde. Ella llevaba camisa blanca y traje de chaqueta gris. ¡Pero sí existen sus versos!, como los sueños de tantos poetas, locos y ausentes artesanos de las letras.
Hoy me he asomado a una plaza, busqué la ilustrada imagen de un intérprete ilustrado, pero luce arrinconado ¿Qué diría Don Benito?
Hoy me siento junto al mar, imagino palabras de espuma; extiendo mis brazos al viento como un amante extraviado y busco entre las densas nubes, la Historia más linda que hicimos de las Españas.
Hoy he venido a quererte, izo mis velas dormidas, y en una dulce Atalaya, muy cerca del horizonte, decido inventar historias acompañadas de versos.
Sonia Mª Saavedra de Santiago