El importe, según el propietario era de 300 euros. Poco más tarde y tras la denuncia los timadores fueron localizados por la Guardia Civil.
Según el propietario del restaurante, Alfonso Carlos Fernández Gómez, los autores del ‘simpa’ comenzaron a abandonar “poco a poco” el establecimiento después de los postres con la excusa de ir a fumar, hasta que de repente todos corrieron hacia los coches y salieron a toda prisa de allí.