El papa Francisco decidió desalojar de su residencia en el Vaticano al cardenal estadounidense Raymond Leo Burke y retirarle su salario.
Dentro de la Iglesia católica, uno de los más activos opositores al Papa es Raymond Leo Burke.
Cuando era candidato presidencial, Burke le dijo a John Kerry, exsecretario de Estado de EE.UU., que no podía recibir la comunión debido a su apoyo previo al aborto, ya que él era un riguroso seguidor de las directrices del catolicismo. Este cardenal es sin duda lo que llamaráimos un radical como lo eran los iquisidores que considera que el Papa Francisco está poniendo en riesgo la tradición cristiana de 2.000 años, tanto es su extremismo que ha llegado a amenazar con emitir un "acto de corrección" contra el Papa Francisco, una media inusual y osada que no se ha dado en siglos.
Raymond Leo Burke disfrutaba hassta ahora de su enermo residencia en las cercanías de la Plaza de San Pedro en Roma, lugar este desde el que lideraba su oposición al Papa.
Hace seis años, se produjo un choque entre ambos en relación al despido del líder de los Caballeros de Malta, una congregación religiosa del siglo XI. Ocurrió después de que se descubriera que la rama benéfica de la orden había distribuido preservativos en Myanmar.
En 2019, se publicó una "declaración de verdades" en la que Burke se unió a sus pares conservadores. En esta declaración, se describía a la Iglesia católica como desorientada y confusa bajo el liderazgo del papa Francisco. El argumento principal era que la Iglesia se había alejado de las enseñanzas fundamentales sobre el divorcio, la anticoncepción, la homosexualidad y el género.
Asimismo el cardenal celebró una conferencia llamada La Babel sinodal en Roma el mes pasado, justo antes del sínodo -o reunión de obispos- del Papa.
La opsición a esta apertura que Francisco ha traido a la iglesia , no gustan a Burke que se ha opuesto a los planes del Papa de reformar la Iglesia católica y al que el Papa ha ido degradando dentro de la jerarquía eclesiástica, reubicándolo en puestos con menor influencia.
Según un informante del Vaticano citado por la BBC, el desalojo del eclesiástico de 75 años aún no ha sido llevado a cabo por el papa Francisco.
En el Vaticano existe la costumbre de que los cardenales retirados sigan viviendo en Roma y participen en las liturgias papales y deberes ceremoniales por lo que echar de su residencia a un cardenal jubilido sienta precedente en el vaticano más sicabe siendo Burke el perjudicado ya que esta decisión podría generar una reacción significativa y agravar las divisiones entre el Vaticano y la Iglesia estadounidense, donde ya existe fragmentación.
Joseph Strickland, un obispo conservador de Texas que había criticado los intentos de llevar a la Iglesia a posiciones más progresistas sobre el aborto, los derechos de las personas transgénero y el matrimonio entre personas del mismo sexo, fue despedido a principios de este mes. La destitución se llevó a cabo después de una investigación de la Iglesia sobre la gestión de la diócesis.
Según The Guardian, el Papa informó a los miembros de la orden religiosa jesuita en Portugal que había "una actitud muy fuerte, organizada y reaccionaria" en la Iglesia estadounidense, a la que describió como "atrasada".
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