No sólo es lo que cuenta la novelista, es cómo lo cuenta, un exquisito dominio del tiempo narrativo, una obra que trasluce el estudio de la época y del lugar, y lo hace con tal maestría que resulta universal, creíble y atractiva para cualquier lector; además, desliza un enriquecido e intenso lenguaje lleno de precisiones, se trasluce, que a su vez, ella es una gran lectora de los clásicos de la literatura castellana. El armazón arquitectónico de la obra es como un contínuo monólogo epicicloidal de la protagonista donde los tempos utilizados nos recuerdan la tradición oral de los cuentos familiares.
La musa Calíope, a través de la bibliotecaria municipal de Águilas, nos trajo al Club de Lectura Calabardina para su lectura y comentario, esta magnífica novela y fue un guiño irónico que el acto rebelión de Ana, la protagonista, será precisamente aprender a leer, para aprehender y recuperar su dignidad, una bofetada directa a la ignominia como herramienta de poder.
Invito a todos y a todas a que abran y se sumerjan en la historia de Ana, aquella adolescente que desposó con el "Mayorajo". El relato de una vida, que es parte de nuestro pasado reciente; y, con palabras cultas o sencillas nos desvela la aventura doméstica, la resistencia que quedó secuestrada en el Barranco de Puerto Lumbreras.
María Antonia García Jiménez, Abogada y lectora