Pedro Coronel recuerda también que la distancia entre Campillo y Torrecilla es de 5 kilómetros de ferrocarril, que es el que divide a amabas pedanías, donde se ha dejado un 3,2% de paso de agua en todo el recorrido. Según Coronel, este itinerario tiene de la vía hacia arriba, hasta las vertientes altas 135 km2 de superficie, con lo cual, haciendo cuentas, “sabemos exactamente” cuántos hectómetros cúbicos de agua tendrían que pasar por esta zona en tres o cuatro horas porque el agua pasa a una velocidad considerable. Por ello, argumenta Coronel, los pasos contemplados “son muy pocos y sin capacidad suficiente”, incluidos arrastres de todo tipo, para asegurar su paso por la zona y evitar daños considerables tal como viene ocurriendo desde hace años. Ante tal circunstancia, el vecindario de ambos núcleos vecinales entiende que la mejor forma de no hacer daño es que el agua discurra sin someterla a presión alguna.
Para intentar remediar este problema, Coronel recuerda que en Febrero del año 2018, una vez conocidas las estipulaciones técnicas presentaron alegaciones ante Adif para solucionar este asunto sin que hasta ahora haya una respuesta satisfactoria. Hasta la fecha, Coronel ha participado en tres reuniones de la Mesa del Ferrocarril solicitando sin éxito, tanto el Alcalde de Lorca, Diego José Mateos, como los perjudicados la presencia de técnicos para escuchar las quejas ciudadanas, “nosotros sí tenemos mucho que decirles”, ahora que la obra está adjudicada, indica Coronel.
El colectivo se muestra partidario de movilizarse ante la ausencia de respuestas concluyentes mientras que el Ayuntamiento, en palabras del Primer edil, “va a estar pendiente” en todo lo concerniente a los pasos de agua a su paso por Campillo y Torrecilla.
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