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"Misteriosa y extraña negativa", por Pedro Cuesta Escudero autor de Colón y sus enigmas y de Mallorca patria de Colom

'Misteriosa y extraña negativa', por Pedro Cuesta Escudero autor de Colón y sus enigmas y de Mallorca patria de Colom
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jueves 07 de octubre de 2021, 11:02h
Cuando un error entra en el dominio público es muy difícil que salga de él, pues las opiniones se trasmiten de generación en generación y, al final, eso se convierte en Historia. Es el caso de Cristóbal Colom que oficialmente se le considera genovés. Pero tan poca consistencia tiene esta teoría que ni en la misma Italia lo tienen muy claro, pues catorce ciudades italianas se disputan el honor de ser su patria chica. Si hubiera una clara certeza, como se tiene de la mayoría de los personajes históricos, no habría tantas teorías que hacen a Colón natural de Milán, Cerdeña, Galicia, Portugal, Castilla, Extremadura, Valencia, Barcelona, Tortosa, Ibiza, Mallorca, Grecia, Inglaterra, Noruega, Francia, Alemania, etc., incluso si era una mujer. Tanto empeño, más o menos justificado y guiado por prejuicios ideológicos, dificulta la credibilidad de una correcta investigación. Los hay que más que escribir historia se dedican, con más o menos talento o fortuna, a acomodar los hechos a sus peculiares propósitos, a desarrollar una teoría establecida a priori. Debería ser una realidad que, tras casi dos siglos de estudios de todo tipo sobre la biografía de Colón, el tema relacionado con este personaje debería estar ya completamente resuelto y, sin embargo, no es así. Todavía siguen apareciendo trabajos que ofrecen nuevas vías alternativas que se apartan de la biografía “oficial”.
'Misteriosa y extraña negativa', por Pedro Cuesta Escudero autor de Colón y sus enigmas y de Mallorca patria de Colom
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El genovés Cristóforo Colombo no era el Cristóbal Colom que descubrió América

En Cristóbal Colom se observa un hecho incontrovertible: no sabía italiano y sus manuscritos están expresados, sin embargo, en castellano con una impecable caligrafía. Ya sabía castellano cuando se instaló en Portugal. Colom antes de entrar en Castilla, viviendo en Portugal, hace una larga apostilla en castellano al libro Imago Mundi de Pierre d´Ally. Es insólito que un italiano dominara la lengua castellana y no la italiana. Prueba de que Colom no conocía la lengua italiana es la carta que le envía el 22 de diciembre de 1504 a micer Juan Luis de Génova en castellano, a sabiendas que el genovés no dominaba este idioma; entonces Colom suplica a Nicolás Odérico, embajador en la corte de los Reyes Católicos, para que le sirviera de intérprete de la correspondencia que le adjunta de Juan Luis. Pasa lo mismo cuando escribe al banco San Giorgio, que lo hace en castellano, a pesar que los del banco no sabían ni leer ni escribir dicha lengua.

Hay razones sociológicas, culturales y lingüísticas para sospechar que el genovés Cristóforo Colombo no pudo ser el Cristóbal Colom que descubrió América. El tabernero o cardador de lana que dejó Génova con más de 20 años, difícilmente podría conocer el arte de navegar y poseer la cultura científica y humanística que demostró Colom. En aquella época los marineros necesitaban toda una vida para formarse; entraban de grumete y aprendían oralmente las lecciones de los viejos marinos y observando directamente los misterios del mar y del firmamento en el curso de los años. Colom ya sabía manejar desde muy joven los instrumentos náuticos como la brújula, el astrolabio, las cartas de marear, etc.

El origen humilde que la teoría genovesa le atribuye, artesano de un taller de lana, hace difícil entender que, en una época en el que el analfabetismo entre las clases humildes era la regla, Cristóforo Colombo tuviera unos conocimientos científicos, humanísticos y de idiomas que aún en nuestros días serían excepcionales. El descubridor de América hablaba el catalán, el castellano, algo de portugués y traducía el latín y el hebreo. Su esmerada educación se puede deducir por su soltura en el manejo del latín y la fluidez de su caligrafía. Era mucho más culto de lo que se suele admitir y se le puede considerar como un verdadero humanista. Sorprende la cultura literaria que tenía para ser solo un hombre de mar y no de iglesia.

Y los conocimientos de aritmética, geometría, astronomía y cartografía que poseía no son fáciles de asimilar mediante autoaprendizaje. Una prueba de sus conocimientos es que pudo predecir con precisión un eclipse de luna, o el importante descubrimiento que hizo de la variación magnética. Colom afirmaba que el mundo, tierra y agua, es esférico, pero en forma de pera, quedando el pezón sobre la línea equinoccial. Cuatrocientos setenta años después el satélite estadounidense Vanguard I confirma esta observación de Colom.

Si Colom era genovés, ¿por qué ofreció su proyecto de viaje a Portugal, a Inglaterra, a Francia y a Castilla y no lo brindó a la República de Génova, que es la que contaba con las flotas más importantes de la época? Si Colom hubiera tenido alguna relación con Génova, especialmente de familia, sus hechos hubieran sido conocidos y comentados en dicha ciudad. ¿Por qué Colom no hizo nada por su padre que, según la tesis genovesa, murió a la edad de 81 años en la miseria y cargado de deudas? Bien conocida es, sin embargo, la preocupación de Colom por sus hermanos Bartomeu y Diego, hasta el punto de ser acusado de nepotismo. En la felicitación que, a través de los embajadores genoveses Francesco Marchesi y Giovanni Antonio Grimaldi, hace la Señoría de Génova a los Reyes Católicos en mayo de 1493 de vuelta del primer viaje de Colom, no existe alusión alguna al Colombo genovés. A poco que se conozca la organización social del siglo XV, con la diferencia de clases que había, se comprenderá que un aventurero genovés, hijo de un tejedor, jamás se hubiera podido casar con la aristócrata Felipa Monis de Perestrello, emparentada con la casa real de Braganza.

No dudamos de la existencia de Cristóforo Colombo, pero este personaje no tiene nada que ver con el descubridor de América, aunque se le ha querido identificar en el documento La Institución del Mayorazgo de fecha 22 de febrero de 1498 donde supuestamente Colom se reconoce genovés:” siendo yo nacido en Génova vine a servir a Sus Altezas aquí en Castilla”. Pero con un detenido análisis de dicho documento se demuestra que es falso, apócrifo. En primer lugar ni Hernando Colón ni Bartolomé de las Casas hacen alusión alguna a este documento. Y los que lo redactaron cometen errores garrafales. “E ansí –se lee- lo suplico al Rey e a la Reina, Nuestros Señores y al Príncipe don Juan su primogénito Nuestro Señor…”. Se menciona al príncipe Juan para velar por el cumplimiento del Mayorazgo cuando el príncipe había muerto en octubre de 1497, cuatro meses antes de la fecha del Mayorazgo. Y Colón, que tenía de pajes del príncipe a sus hijos, perfectamente sabía que había muerto. Además en ese mismo documento se dice “…mis oficios de Almirante del mar Océano, que es la parte de Poniente de una raya que mandó asentar imaginaria su Alteza sobre a cien leguas sobre las islas de las Açores, y otros tanto sobre las de Cabo Verde, la cual por todo a Polo a Polo, allende de la cual mandaron y me hicieron su Almirante…”. Hemos de tener en cuenta que tras el Tratado de Tordesillas, que se firmó el 7 de junio de 1494, la línea de demarcación de cien leguas que se había establecido con las Bulas alejandrinas, se traslada a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Este error no lo podía cometer Colón de ninguna de las maneras, pues era un asunto que le competía. En el testamento que hizo Colón en Valladolid antes de morir fija la declaración de mayorazgo en fecha posterior. “El año de quinientos e dos yo fice una ordenanza y mayorazgo”. O sea que el documento que se presenta en la Reccolta se había falsificado en base al de 1502, al que hicieron desaparecer para poner el apócrifo en su lugar.

Cuando en 1579 queda vacante el mayorazgo de Colom, al morir sin descendencia Luis Colón, causa otra sucesión de pleitos entre las distintas familias colaterales que dura treinta años. Todos estos procesos originaron la sustracción de documentos, la amputación de muchos y la aparición de otros de dudosa credibilidad que dificulta conocer con certeza la filiación de Cristóbal Colom. Un tal Baltasar Colombo vino de Génova a reclamar al Consejo de Indias la herencia vacante del mayorazgo de los Colones, pero tal demanda fue desechada por falta de pruebas que acreditasen el entronque de linaje de los Colombos genoveses con el del descubridor de América.

Colom hablaba muy poco de su pasado

Colón nunca dejó por escrito, que sepamos, de donde era. Su hijo Hernando, que fue su primer biógrafo, no indica dónde nació su padre, ni siquiera el año exacto de su nacimiento, porque “no tengo plena noticia – manifestó-, puesto que él murió cuando aún no tenía yo ni atrevimiento ni familiaridad bastante, por el respeto filial, para osar preguntarle tales cosas”. Hernando Colón escribió una obra sobre la vida y viajes de su padre que hoy se conoce como La Historia del Almirante, pero no llegó a publicarla y a su muerte en 1539 el manuscrito –hoy desaparecido- pasó a su cuñada María de Toledo, esposa de Diego Colón. Posteriormente Luis Colón, hijo y heredero de Diego Colón, se lo entregó al genovés Baliano de Fornari, al perecer en pago de una deuda. Fue Fornari el que lo llevó a Venecia donde se imprimió en 1571. ¿Quién nos puede asegurar que este manuscrito no fue manipulado antes de ser impreso?

Poco después de la muerte de su padre Hernando Colón viajó a Italia tratando de encontrar familiares paternos. Como la búsqueda fue infructuosa, intentó continuarla por territorios de la Corona de Aragón, pero en 1523, sin indicar los motivos, el emperador Carlos V le prohibió continuar con sus averiguaciones.

Fray Bartolomé de las Casas tampoco hace referencia a los orígenes del Almirante. ¿Acaso Colom tenía algo que esconder? ¿Su origen judío como algunos aventuran? Tener ascendencia judía, aunque fuera de manera colateral, era muy peligroso, pues Colom hubo de moverse en una Corte llena de obispos e inquisidores y entre magnates que hacían ostentación de la pureza de su sangre. La Inquisición llevaba a la hoguera a gente muy influyente y poderosa. Pienso que teniendo para elegir otras Cortes donde proponer su proyecto de viaje no es lógico que Colom, si hubiese tenido ascendencia judía, se metiera en terreno sumamente comprometido como era la Corte de los Reyes Católicos. La obsesión por la pureza de sangre, tener una larga ascendencia cristiana, inundó las sociedades castellana, aragonesa y catalana. A Colom jamás se le hubiera otorgado los títulos de Almirante, Virrey y Gobernador general, porque las leyes que se aprobaron a principios del siglo XV en las cortes de Valladolid exigían que para tener un alto cargo en el ejército había que acreditar ser cristiano viejo. María de Toledo, la nuera de Colón, al querer que su hijo Diego Colón Toledo ingresase en la orden de Alcántara testifica que su suegro era noble de acuerdo con las leyes y costumbres de España.

Colom ocultó su origen con el fin de disimular su actividad corsaria en contra del rey de Aragón Juan II y evitar ser reconocido por sus enemigos en la Corte. Colom había actuado de corsario con sus dos tíos, quienes se habían tenido que exilar de Mallorca por cuestiones políticas y sociales y se convirtieron en poderosos corsarios. Uno, Colón el Mozo, que se puso al servicio del duque de Anjou y con base en Montpelier; y el otro, Guillermo de Casanove, alias Coulon, llegó a ser dueño de las aguas de Gascuña. Había empezado sus correrías de corsario en Normandía atacando cuantas naves encontraba en su travesía para apoderarse de sus riquezas y, gracias a sus afortunadas expediciones, le habían permitido reunir, junto con vascos, gascones, ingleses y alemanes una gruesa armada y ostentar el título de almirante del rey de Francia.

La tecnología genética puede resolver el origen de Colom

El enigma del origen de Colom puede quedar resuelto gracias a la tecnología genética más avanzada que lidera el catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada José Antonio Lorente. El laboratorio granadino en colaboración con otros cuatro de Europa y América (Florencia, Roma, Texas y Méjico) intentará determinar el lugar de nacimiento tras el análisis genético de los huesos del navegante comparándolo con los de sus posibles progenitores o descendientes. Estamos ante un momento histórico, pero si los trabajos que se llevarán a cabo no dan resultado positivo por la razón que sea, nos veremos abocados a tener que seguir aceptando la tesis genovesa como única solución, a pesar de ser descartada por razones históricas de peso.

Gracias a un permiso excepcional, el Dr. Lorente consiguió en 2003 exhumar los restos mortales de Cristóbal Colón custodiados en la catedral de Sevilla. La investigación genética se ha tenido que centrar en esos escasos restos (como mucho un 20 o 30% del esqueleto) La competencia del equipo que dirige el Dr. Lorente ya la demostró al contrastar el ADN mitocondrial (el procedente de la madre) de los restos de Diego Colom, hermano del descubridor, custodiados en la Cartuja de Sevilla, observándose que tienen una absoluta identidad; luego son hermanos por parte de madre, lo que demuestra también que los restos que hay en la catedral de Sevilla corresponden a Cristóbal Colom. El cromosoma Y de Hernando Colom, protegido en la catedral de Sevilla, y el cromosoma Y de Cristóbal Colom resultaron idénticos, por lo que se puso de manifiesto que Cristóbal Colom es el padre de Hernando Colom. La identificación genética apoyada en el estudio del ADN (ácido desoxirribonucleico) se basa en tres tipos: el nuclear autosómico proviene de ambos progenitores y es diferente en cada persona, excepto en los gemelos univitelinos. El nuclear, del cromosoma Y, es heredado del padre por todos los varones y, por tanto, idéntico en todos los ascendientes y descendientes masculinos. El mitocondrial, por ser de herencia exclusivamente materna, permite seguir la línea familiar femenina.

Tras este proceso inicial el Dr. Lorente tomó la decisión de parar el estudio. “Tras tener acceso a los restos óseos de los personajes mencionados – explica- , lo primero que encontramos era que tanto la cantidad de material accesible como, sobre todo, la calidad del mismo era muy mala. La primera parte de la investigación se pudo hacer porque exigía una técnica más básica que las que se han de tratar para saber algo del origen de los restos. Aun así, se utilizó una cantidad de material (fragmento de hueso) muy grande y ese fue el momento (2005) en que decidí, como director y coordinador, parar la investigación. Y lo hice porque había técnicas buenas, pero poco eficientes, y corríamos el riesgo de quedarnos sin fragmentos de hueso para posteriores estudios”.

Se depositaron los huesos de Colom en la sala blindada de la universidad de Granada y el Dr. Lorente marchó a EE.UU. para aprender los nuevos adelantos que se realizaron en este campo de la genética a partir del hundimiento de las Torres Gemelas. Y diecisiete años después el equipo que lidera el Dr. Lorente considera que ha llegado el momento de retomar las investigaciones que puedan llegar a descubrir el verdadero origen de Cristóbal Colón, porque ahora hay tal desarrollo científico y técnico que permite abordar con garantías de éxito el estudio de este reto histórico. Y los defensores de diez teorías se prestan a superar la prueba de sus tesis aportando los vestigios que creen oportunos para cotejarlos con los de Colom. Así, los de la teoría gallega han exhumado de un sarcófago del siglo XV en la iglesia de Santo Domingo de Tuy (Pontevedra) los restos mortales de Juan Fernández de Sotomayor, obispo de Tuy, para ser confrontado su ADN con el de Colom. Con un polipasto se elevó la losa de granito, cuyo peso se estima en torno a una tonelada, dejando ver el interior de la tumba. El profesor Sainz Núñez y otros manifiestan que Colón era hijo de Aldonza de Mendoza, duquesa de Arjona y de Diego Gómez Manrique, conde de Treviño y aportan los restos de Mendoza, que se conservan en Cogolludo (Guadalajara) Por su parte el médico navarro José María Ercilla asegura que Colón era agote, una minoría del norte de Navarra y que en América hay más de cien topónimos vascos y que las diez personas más cercanas al descubridor siempre eran vasco-navarros. Coopera para cotejarlo con los restos de Colom un antígeno específico.

Misteriosa y extraña negativa

Nosotros defendemos que Colom era hijo bastardo del Príncipe de Viana, que nació en Felanitx (Mallorca) cuando D. Carlos hizo escala en esa isla en 1459 en vías de reconciliarse con su padre el rey Juan II. ¿Cómo logró Colom llegar a la Corte de los Reyes Católicos? Colom había de ser de la misma célula familiar, pues la Corte era un contorno muy hermético al que prácticamente no entraba nadie, salvo los nobles y los cortesanos. Un aventurero con ideas alocadas poco tenía que hacer en un ambiente como ese. Además la Corte subvenciona a Colom sendas pagas para poder llevar una vida digna. Y eso que la situación económica era difícil para las arcas reales a causa de la guerra de Granada. Colom no solo tuvo fácil acceso a la Corte, sino también a los poderosos de la época. Cuando Colom llega a Castilla vivió dos años en el palacio que el duque de Medinaceli tenía en el Puerto de Santa María, porque eran cuñados, pues la difunta esposa del duque, Ana de Navarra y Aragón, era hermana de Colom por ser también hija bastarda del Príncipe de Viana.

La unión de las dos Coronas (Castilla y Aragón) con los Reyes Católicos fue estrictamente dinástica. Los dos estados mantenían sus leyes, impuestos e instituciones de gobierno y los aragoneses y catalanes eran considerados extranjeros en Castilla y viceversa. Si Colom se manifestaba súbdito natural de los Reyes Católicos y era considerado extranjero en Castilla, como indican los documentos, sólo podía ser oriundo de la Corona de Aragón. A diferencia de Américo, Magallanes y otros, cuando Colom se contrata para hacer el viaje a través del Mar Tenebroso, no se vio obligado a naturalizarse, pues, aunque extranjero en Castilla, se le considera de la misma familia real, era miembro de la Casa de Trastámara. Si Bartomeu, el hermano del Almirante, tampoco se naturalizó es porque en las Capitulaciones de Santa Fe y en el decreto de 23 de mayo de 1493 se estipula que “nombréis a quien os pareciere y por el tiempo que quisieres”. Sin embargo, el hermano menor de los Colom, Diego, sí se tuvo que naturalizar para ser obispo de una diócesis castellana. “Don Fernando e doña Isabel, por la gracia de Dios, etc.: por hacer bien e merced a vos D. Diego Colón, Hermano del Almirante D. Cristóbal Colón, e acatando vuestra fidelidad e leales servicios que nos habéis fecho, e esperamos que nos fareis de aquí en adelante por la presente vos facemos natural de nuestros Reinos de Castilla e de León, para que podáis haber e hayáis cualesquier dignidades e beneficios eclesiásticos que vos fueran dados e podáis gozar e gocéis de todas las honras e gracias e mercedes e franquezas e libertades, exenciones e prerrogativas e inmunidades…”

Cuando en 1486 el papa Inocencio III propone al valenciano Rodrigo de Borja (el futuro papa Alejandro VI) el arzobispado de Sevilla, los Reyes Católicos rechazan ese nombramiento porque era inadmisible que un extranjero dirigiera tan importante archidiócesis del reino de Castilla. En 1476 los Reyes Católicos habían ratificado las leyes que desde las Partidas se habían ido concretando en 1377, 1379, 1401 y 1473 por sus antecesores que para obtener altos cargos en el ejército y en la marina, prelacías, dignidades y beneficios habían de ser naturales de Castilla. Isabel la Católica fue inflexible, no quería que personas no naturales de Castilla ocuparan altos cargos en ella. Y eso que los Reyes Católicos estaban muy agradecidos a Rodrigo Borja porque había favorecido la causa de Isabel como heredera de Castilla frente a Juana la Beltraneja, había conseguido la bula que legitimaba el matrimonio de los primos Isabel y Fernando y fue decisiva su intervención en la guerra civil de Castilla al hacer que los nobles rebeldes reconocieran la causa isabelina. Y, sin embargo, si Isabel y Fernando nombraron a Cristóbal Colom, Almirante de la Mar Océano, Virrey y Gobernador de las tierras descubiertas y le conceden el título de Don es porque lo consideran de su misma familia, de la Casa real de Trastámara. Esta consideración invalida a los que sostienen que había nacido en Valencia, Barcelona, en el Ampurdán o en regiones catalanas vecinas.

Por ser miembro de la familia real Cristóbal Colom recibió una esmerada educación por incondicionales del Príncipe de Viana y aprende el castellano por ser la lengua de la alta nobleza, de la diplomacia y de las cortes. Pero su lengua materna es el catalán de Mallorca. Nuestra forma de hablar o escribir dice mucho de nosotros y de nuestra lengua materna. Tiene huellas, es parte de nuestra ADN intelectual. La catedrática estadounidense Dra. Estelle Irizarry en su libro editado en 2009 El ADN de los escritos de Cristóbal Colón nos muestra un Cristóbal Colom culto y con gran riqueza de argumentos. Demuestra la idiosincrasia del Almirante analizando su vocabulario, su sintaxis y sus sistemas de puntuación, como la vírgula, que no se usaba en Castilla, sino en tierras de habla catalana y llega a la conclusión que su lengua vehicular es el castellano, pero su lengua materna era el catalán. El también estadounidense Charles J. Merrill en sus libros Colom, 500 anyns enganyats y Per qué s’amaga l’origen catalá del descubridor d’Amèrica habla de la catalanidad de Colom. Merrill, experto en literatura medieval catalana, ha recopilado durante más de 20 años información para presentar ordenadamente todas las teorías sobre el origen del descubridor de América y llega a la conclusión que su idioma materno era el catalán y, a partir del cual, aprendió el castellano. Cuando no sabía la palabra adecuada en castellano la escribía en catalán, o simplemente era la primera palabra que le venía a la mente. Hemos podido constatar que en muchos escritos intercala palabras catalanas como fugeron, fornero, ventar, acostar, sobrepuja, meitat, fusta, vegades, tonina, corda, bojar, boneta, ampolleta, bruma, farallón, pardelas, manillas, setsentas, arreo, pellas, arriscada, terrado, pusad, voltejar, fisga, martinet, etc. Hasta más de mil palabras han contabilizado en los análisis lexicográficos realizados mediante métodos informáticos en la Universidad de Pompeu i Fabra. Hay palabras que son de uso mallorquín como Margalida, en catalán Margarida; cans (perros) frente al catalán gossos, Almirant, como firmaba Colom, y en catalán es almirall. En su sintaxis también podemos encontrar algunas construcciones catalanas como por menudo, que es una adaptación de la locución catalana per menut.

Al estar enterrado el Príncipe de Viana en el monasterio de Poblet, parecía fácil contar con una muestra de sus restos mortales y compararlos con los de Colom. Se sabía que, tras el abandono de los monjes del monasterio como consecuencia de las desamortizaciones de Mendizábal en 1836, las tumbas reales habían sido profanadas por los ladrones. Pero se desconocía el grave desaguisado que cometieron. El Dr. Lorente recurre al ADN mitocondrial de Doña Blanca de Navarra, que era la madre de D. Carlos, el Príncipe de Viana, para comprobar si los restos óseos que hay en su tumba de Poblet son los de su hijo. Pero se ha puesto de manifiesto que no encajan con la momia que se presumía del Príncipe de Viana, ya que todas las secuencias de ADN mitocondrial pertenecen a individuos distintos.

En Poblet están enterrados todos los parientes masculinos, abuelo, padre, tíos de Colom, los reyes de la Casa de Trastámara, que, de no ser por ese popurrí, hubieran servido para identificar el origen de Colom. Pensábamos que Alfonso V el Magnánimo, tío del Príncipe de Viana y que murió en Nápoles en 1458, podría valer para el análisis. Sin embargo, en 1671 el virrey de Nápoles obtuvo permiso para trasladar los restos de Alfonso V al monasterio de Poblet. Y, por tanto, tampoco ofrecen ningún tipo de garantía.

Sólo quedan dos oportunidades, las exequias de Fernando el Católico, hermano por parte paterna de D. Carlos, el Príncipe de Viana, inhumadas en la Capilla Real de la Catedral de Granada y las del obispo Juan de Navarra y Aragón, hijo bastardo de D. Carlos, enterradas en el presbiterio de la catedral de Huesca y con la efigie del obispo en la lápida. Pero en los años 1969-72 se colocó un nuevo pavimento en el presbiterio de esta catedral oscense, para lo que se unificó el soporte con un solado de cemento de unos 300 cm., quedando soterrada la sepultura. Para extraer los restos óseos del obispo Juan nos obliga a paralizar el habitual culto, contar con un equipo adecuado para perforar sin causar daños colaterales hasta encontrar el sepulcro y dejar el suelo como está, para lo cual se necesita un presupuesto que supera nuestras posibilidades.

Sin embargo, la extracción de una muestra de los restos óseos del rey Católico sería sumamente sencillo, y si su cromosoma Y coincide con el cromosoma Y de Cristóbal Colom quedaría resuelto este enigma sobre su origen, al ser Fernando II de Aragón hijo de Juan II y, por tanto, hermano por parte paterna de D. Carlos, el Príncipe de Viana, sabiendo que el cromosoma Y es idéntico en todos los ascendientes y descendientes masculinos.

Al morir Fernando el Católico en 1516 fue enterrado en la iglesia parroquial de Madrigalejo, pero poco después sus restos mortales fueron trasladados al convento de San Francisco de Granada junto a su esposa Isabel la Católica donde provisionalmente estarían hasta que fuera acabado el monumento funerario que el conde de Tendilla había encargado en 1514 al genovés Doménico Fornelli. Este labró con mármol de carrara un sepulcro doble, con los bultos de los yacentes, en Génova. Y al acabarlo en 1517 lo llevó a Granada. Y cuando en 1521 se terminan las obras de la Capilla real, adosada a la catedral de Granada, se colocó el monumento funerario en dicha capilla y se enterraron los cuerpos en la cripta. Por eso, más que un monumento funerario se trata de un cenotafio, porque los cuerpos están enterrados aparte. En la cripta, de impresionante austeridad, están depositados los féretros, de plomo, identificados por la inicial de cada nombre sobre su cubierta; en el centro la de los Reyes Católicos sobre una plataforma de cantería; a los lados, sobre el poyo corrido que circunda el interior, los féretros de Dª Juana y de D. Felipe y el pequeño ataúd del Príncipe de Asturias D. Miguel. El acceso a la cripta es fácil. De hecho todos los años se celebra dentro de ella el Día de la Hispanidad por autoridades religiosas, civiles y militares. La actriz Michelle Jenner que representó a la reina en la serie televisiva Isabel abrió la tumba de la Reina Católica para depositar dentro un ramo de flores.

Como vemos el mismo Dr. Lorente, residente en Granada, podría extraer fácilmente un pequeño fragmento del cadáver de Fernando el Católico, sin crear ningún tipo de extorsión. Así lo hicimos ver al responsable de la Capilla Real, el cual me respondió en estos términos: “Por medio del presente, contesto a su correo electrónico del pasado día 22 de agosto en que nos solicita la apertura del féretro del Rey Don Fernando el Católico con el fin de extraer una muestra de sus restos para estudiar su ADN. Nos expone detenidamente el proyecto y parece suponer que esto es una tarea fácil a la que, por otra parte, daría la máxima divulgación mediática. Hemos estudiado detenidamente su petición, hemos valorado su origen y su finalidad. Hemos imaginado y valorado las circunstancias en que se realizaría el proyecto, dada la ubicación de los féretros reales. Hemos recabado las consultas que nos han parecido oportunas y, finalmente, hemos llegado a la decisión de no autorizar dicha apertura. Sentimos comunicarle esta negativa. En nombre del Cabildo de la Capilla Real, le saluda atte”.

Le contestamos que la intención no era estudiar el ADN del Rey Católico, sino cotejarlo con el de Cristóbal Colom para resolver el controvertido origen del Almirante. No se han dignado a contestar. Nos han ignorado olímpicamente. Aquí podríamos aplicar lo que dijo Sancho: “Con la Iglesia hemos topado”. Pero no es culpa de la Iglesia, pues en muchas catedrales e iglesias se han permitido exhumaciones para análisis científicos, sino que más bien creemos que hay un exceso de celo de patrimonialidad que se antepone al desarrollo de la ciencia. Y por mucho que se celebre el 12 de octubre el Día de la Hispanidad seguiremos aceptando que Cristóbal Colom era de Génova y que Hispanoamérica seguirá llamándose América Latina, lo mismo que el continente que descubrió Colom para Europa recibió el nombre del italiano Américo Vespuccio.

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