Ante lo frenético de los acontecimientos, donde intereses y medios poderosos nos conducen a permanentes crisis y conflictos, aun contamos en Nuevodiario con la capacidad de sorpresa, (en este caso para bien), al observar a jóvenes que obviando el “ruido” externo, son capaces de discernir lo importante de lo insustancial e intrascendente.
Nos recuerdan estos veinteañeros con un desparpajo que creemos mayor para sus edades y pleno de una sensatez inigualable, que “parece que siempre tenemos frente a la cara la zanahoria y ello para no ver más allá”
Siguen recordando Iván y Tania con esa sencillez aplastante que “hace unos años el día a día para todos era hablar de Euskadi en negativo, después a todas horas Catalunya también desfavorablemente, ahora lo ideal es Madrid donde precisamente la sanidad pública no es el ejemplo”
“Pero a pesar de ello”, insisten “la vida sigue, y a muchos nos emocionan lo que para otros son pequeñeces los aplausos olvidados, la sonrisa del abuelo y la abuela saliendo del hospital, en definitiva, para nosotros lo más importante son las personas, los valores y el esfuerzo para seguir construyendo sociedad”.
“Creemos que esta dinámica de buscar siempre un culpable y/o enemigo nos desvía de los verdaderos problemas, como la Pandemia y en los jóvenes, las enormes tasas de paro”
Tania e Ivan recuerdan “que sus padres empezaron a trabajar y cotizar a la Seguridad Social a los 14 años, y nosotros, si tenemos suerte y acabamos enfermería en su tiempo, habremos pasado un cuarto de siglo sin un minuto cotizado”
Al unísono nos remarcan que “quieren llegan a la enfermería desde la convicción y sobre todo la vocación, porque no hay nada más bonito que trabajar en lo que te guste y porque no decirlo y que te paguen por ello”
“Es grave decirlo tristemente” insisten, “pero la pandemia, aunque temporalmente nos ha situado a todos en el mismo plano de igualdad, este virus invisible no ha distinguido entre ricos y pobres ni clases sociales”
Tania e Iván recuerdan con emoción “los primeros meses de la pandemia, donde excepto unos pocos, primaba el apoyo y respaldo al esfuerzo institucional del Gobierno de España y donde con todo tipo de medidas, aunque limitaran la movilidad colectiva se asumía porque todos teníamos claro que la salud colectiva y salvar vidas era lo primero y donde hasta los privatizadores reconocían ese gran esfuerzo ante el enemigo invisible traducido diariamente en un aplauso general a los sanitarios”
“Lamentablemente ese espíritu de solidaridad al final de este estado de alarma se ha trivializado y parece que una vida vale menos que una cerveza”
A pesar de ello en sus ojos vemos ilusión y ganas en unos jóvenes como Tania e Iván que tras realizar distintos módulos superiores de sanidad irrumpe con más fuerza si cabe tras lo vivido en esta pandemia la vocación de enfermería y además poniendo en valor el esfuerzo y el trabajo.
Nos encontramos con dos jóvenes que quieren entrar en la universidad para cumplir con su vocación de salvar vidas viene a animarnos y creer en el valor transformador de la juventud y que nos retrotraen, a los que hacemos la entrevista, a aquella frase de nuestra juventud contestataria y de la transición, donde gritábamos, que triste es ser joven y no querer transformar la realidad.
Pero afortunadamente nos vemos reflejados en estos dos jóvenes que nos recuerdan “a los héroes, que aunque algunos lo hayan olvidado”, nosotros nos dicen “queremos ir a primera línea de batalla contra el virus con los que han y están luchando día a día, médicos y enfermeras, auxiliares, celadores, personal de oficinas y técnicos de ambulancia , seguridad y cocinas, también policías y guardia civil, personal de supermercados, transporte, farmacias, y todos los que desde los servicios esenciales que nos han cuidado y ayudado para ahora afrontar la vacunación y alcanzar la inmunidad de Grupo”
Iván y Tania además de los módulos superiores sanitarios a que hemos hecho referencia que han concluido, están tomando clases particulares para mejorar la nota ante la próxima PEvAU/selectividad y garantizarse una plaza en cualquier Universidad, en especial la de Almería.
Estos dos jóvenes son de familias trabajadoras, ella de Albox y el de Pechina y andan, compatibilizando con los estudios, la realización de un curso para la inserción laboral del Programa Incorpora de la Fundación La Caixa, denominado Auxiliar de Almacén y/o Comercio e impartido por el docente Carlos Momblant Barroso y organizado por La Asociación de Personas con Discapacidad El Saliente, y así, intentar trabajar en el Leroy Merlín o Mercadona en el verano para sufragar los gastos de estudios y/o matrículas y si pudieran trabajar y estudiar durante la carrera.
Estas son, de las entrevistas que desde Nuevodiario.es no las consideramos un trabajo más, sino un ejemplo, un verdadero ejemplo para toda la sociedad, donde Tania e Iván, nos han hablado desde el corazón, de quién quiere ser útil a la sociedad con vocación desde la sanidad.
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