Tras serle concedido el tercer grado penitenciario por enfermedad, Julián Muñoz disfruta de la libertad en Marbella, la ciudad que regentó como alcalde y donde se" recupera con tranquilidad, sabios cuidados y disfruta de una vidorra de padre y muy señor mío. Julián hace deporte en uno de los establecimientos más exclusivos de la ciudad, acude a broncearse la piel y disfruta de tardes de chiringuito con amigos.

Muñoz decía tener una enfermedad grave e incurable, algo que corroboraban los informes médicos que esgrimían que Julián Muñoz debía salir de prisión por tener una enfermedad que conllevaba “un pronóstico de vida corto. Y aunque la fiscalía se opuso, el Ministerio de Justicia le concedió al exedil un estatus previo a la libertad condicional por “razones humanitarias y por dignidad personal”.

Mientras tanto sigue la suma de años de condena que al ex de Isabel Pantoja no parece preocuparle, sobre todo si se ve el tipo de vida que lleva en Marbella.

“No dejéis que me muera en la cárcel” rogó al juez un demacrado Julian Muñoz, hace de esto más de dos años y salió, vaya si salió, pero no para morir dignamente, sino para reirse de la justicia pues se pasea como si nada por la ciudad que un día dirigió y esquilmó.La vida que lleva el exalcalde no es precisamente la de una persona que carga con una dolencia “grave e incurable”. Más bien todo lo contrario,una vida de lujo y disfrute ya sea en la playa bronceándose al sol, en el chiringuito Los Ninis, o en el Víctor Beach de la Milla de Oro de Marbella. Asi que como ven, no está muerto que está de parranda.