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VEIASA-ITV a DEBATE

CUANDO LOS SERES HUMANOS NOS PONEMOS DE ACUERDO, por Juan Saborido Gago

CUANDO LOS SERES HUMANOS NOS PONEMOS DE ACUERDO, por Juan Saborido Gago
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“El interés compuesto es la fuerza más poderosa del Universo” (Albert Einstein)

CUANDO LOS SERES HUMANOS NOS PONEMOS DE ACUERDO, por Juan Saborido Gago

INTRODUCCIÓN.

Terminando este año 2020 en el que nuestra empresa pública VEIASA se ve abocada a una crisis, cuyos signos van acompañados por la sombra del cambio político producido en Andalucía, al igual que está ocurriendo con La Televisión Pública Andaluza, RTVA donde macabros intereses llevan a que sus trabajadores, no sólo denuncien actitudes y hechos poco éticos, sino que se vean avocados a la huelga como último recurso. Por todo esto deseo compartir un momento de reflexión y aportar, humildemente mi opinión al respecto de estos hechos.

CUANDO LOS SERES HUMANOS NOS PONEMOS DE ACUERDO, por Juan Saborido Gago

VEIASA ha pasado, a través de su historia, por momentos de crisis, siempre hemos estado en el filo de una delgada cuerda por la que, como un funámbulista, vamos transitando, siempre en tensión sin saber ¿qué pasará con nosotros? Por ello es necesario que tengamos un espacio para retirarnos del fragor de la contienda y ver con cierta claridad, porque en ciertas ocasiones, como esta en la que nos encontramos, en momentos de tensión no somos capaces de ver con claridad. Por ello me gustaría ahondar en el sentido y el valor que tiene los “consensos”, que no es cosa baladí, sino que tiene una crucial importancia en los momentos que vivimos y en todas nuestras relaciones.

MOMENTOS HISTORICOS.

Parece que en los tiempos que vivimos nuestra sociedad humana tiene pocos o ningún acuerdo que afecte al conjunto de los seres humanos, para un crecimiento común, podríamos decir que en general esto es así, que es muy difícil poner de acuerdo a grupos pequeño de personas, partidos políticos, o regiones de un mismo país, y qué decir de distintos países con distintas ideologías, religiones y culturas. Para constatar esta realidad simplemente tenemos que hacer un ligero recorrido histórico y veremos que la realidad supera a la ficción, cuantas guerras, cuanto sufrimiento se ha infringido a los seres humanos por esta división de intereses interminables.

Por otro lado podemos decir que ha habido avances y ciertos logros tecnológicos y también en formas de vivir y modos de relacionarnos, pero estos avances se han dado de forma individual, cada país a marcado un ritmo y un estilo ideando aspectos diferentes que luego los demás han ido copiando y adaptándolos a su propia idiosincrasia dándoles un toque personal a cada uno de esos logros, haciéndolos propios; podemos citar innumerables pruebas, ejemplo de ello son los ciclos en nuestra civilización, desde la era bronce, pasando por la del hierro, como la primera revolución industrial con el descubrimiento del vapor, a finales del sgl. XVIII, la segunda revolución se produce a mediados del sgl. XIX con el descubrimiento de nuevas fuentes de energía el petróleo el gas la electricidad, la tercera revolución en el sgl XX con los ordenadores y la televisión, por último estamos inmersos en una cuarta revolución, que se convierte en un nuevo paradigma para nuestra humanidad, la era de la digitalización.

Curiosamente podemos observar, que para cada uno de estos grandes logros tecnológicos, que afectaron a la humanidad, para hacerlos propios y obtener réditos económicos de su uso y explotación se crearon las patentes, con ellas tanto el inventor como el país se acreditaban un renombre. Por ello hemos creado una forma de acuerdo que en definitiva sustenta y promueve la individualización y por ende las diferencias.

Pero también la humanidad ha creado de forma unánime ciertos acuerdos que todos aceptaron; cada 21 de septiembre de cada año se celebra el día Internacional de la Paz en todo el planeta. La Asamblea General de la ONU definió esta fecha como una jornada dedicada al fortalecimiento de los ideales de la Paz entre todas las naciones, sin importar etnias, religiones, nacionalidades o ideas políticas.

Existen otros tipos de acuerdos que pasan casi desapercibidos, y que no generan división, sino que por contra generan sentimientos de cercanía entre unos y otros, que son esperados por todos con cierto deseo, ya que indican el final de una etapa. Son las fiestas de navidad. Estos días señalados por todos de forma unánime como días de acercamiento y reconciliación familiar generan sentimientos muy humanos, que el resto del año son difíciles de obtener. Y qué decir de final de año, cuando un ciclo se termina y comienza otro, generando deseos de nuevas actitudes y de cambios.

LA DIFICULTAD DE LOS CONSENSOS.

Expuesto todo esto, la RAE define el término consenso como <acuerdo producido por consentimiento entre todos los miembros de un grupo o entre varios grupos>. Como podéis imaginar estos son difíciles de llevarse a cabo, ya que intervienen una infinidad de factores entre ellos el de las personas que interactúan y su peculiar visión de la realidad, y de la situación en la que estemos inmersos, y por los diversos puntos de vista que difieren del otro.

Esto nos lleva obtener “falsos consensos” que es la tendencia a suponer que los otros piensan y actúan como nosotros en mayor grado de lo que, de hecho, ocurre. En otras palabras, a través de este efecto, pensamos que nuestra manera de pensar o actuar es más popular de lo que en realidad es. Es decir, que sobreestimamos el grado de acuerdo que los demás tienen, en relación a nosotros, en opiniones, ideas o comportamiento. Este falso consenso se auto sostiene porque las personas tenemos la tendencia a buscar opiniones que sigan nuestro línea de pensamiento e ignoramos o excluimos de nuestro circulo a aquellas que piensan de forma distinta. Este comportamiento forma parte de un pensamiento social común, esto no quiere decir que no ocasione problemas, sobre todo, cuando tendemos a pensar, que todo absolutamente todo lo que pensamos, lo piensan las demás personas porque entonces se estaría sufriendo una grave alteración de la percepción de realidad.

¿PUEDE COHEXISTIR ACUERDO EN LA DIVERSIDAD?

La mayoría de los consensos se llevan a fin respetando la diferencia de ideas, y cuando estos se realizan por el mayor número de grupos implicados en ellas mayor es su fuerza y consistencia, ya que lo que interesa en definitiva, es llevar a cabo el fin que se promueve. Hasta ahora he expuesto que existe una gran dificultad para alcanzar un consenso porque hay diversas maneras de ver un problema y también diversas formas de resolverlo. Siempre la diversidad es enriquecedora porque aporta, sin ningún género de duda, nuevos campos de visión más amplia y por tanto una visión más clara de la realidad, por contra cuando nos aferramos a una sola forma, esta queda, no solo empobrecida sino que entorpece y dificulta la realización del fin que se pretende, sea cual sea este. Y de esto también podemos obtener claros ejemplos, a través de nuestra historia. Prueba de ello es cuando queremos imponer una aptitud sin que exista consenso, sólo porque una parte lo ve de un modo concreto. De este modo las dictaduras se fundamentan en un solo pensamiento y una única forma de ver la realidad, la del dictador.

Cuando se logra un buen consenso, entre varios grupos, podemos estar seguros que el fin se produce con mucha más rapidez y contundencia que cuando se actúa de forma individualizada, la imposición de una idea, de un pensamiento o de una acción trae malas consecuencias a corto y a largo plazo, ya que la visión de una sola parte es incompleta.

Quiero terminar haciendo referencia a dos aspectos que tienen que ver con el desarrollo de este tema:

Una palabra que usan los nativos americanos, los mal llamado indios del salvajes oeste, se trata del término WETIKO que traducido significa . Se trata de un “virus” el peor de todos los que actualmente existen el “egoísmo”, un patógeno psíquico que obliga al que lo porta a alimentar sus propias necesidades como un ser famélico, que nunca tiene lo suficiente. Esto provoca al que lo tiene y a los que lo rodea una fuerte involución y es su peor enemigo. Existe un libro escrito por Paul Lévy, columnista del periódico “The Guardian” que se titula “Dispelling Wetiko” (Disipando al Wetiko). Según él mismo afirma .

Ese mal que denominaron los indios Wetiko es un mal que ha gobernado y que lo seguirá haciendo durante mucho tiempo, mientras el ser humano no evolucione, es más al día de hoy en pleno sgl. XXI este mal avanza con gran soltura por todas las parcelas sociales desde la política, sindicatos, asociaciones, y de grupos de todo tipo.

Para que exista un posible y real consenso no sólo entre dos personas sino también entre grupos de diferente ideología o pensamientos, tiene que darse el dialogo y dentro de esa relación se produce la “discusión” pero por naturaleza intentamos huir de ella porque creemos que con ella no se llega a ninguna parte, en la discusión se implican dos o más personas que tratan un asunto de carácter que atañe a un grupo o incluso a una persona, donde se escuchan los distintos puntos de vista y los posicionamientos, sin que se convierta en algo hostil sino todo lo contrario; en su definición general <es la puesta en común de opiniones, fundamentadas en la confrontación de un tema, a través del esfuerzo que hacen las partes implicadas para comunicarse>.

“Muchos gritan y discuten hasta que el otro calla. Creen que le ha convencido. Y se equivocan siempre” (Noel Claraso)

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