“No sé si en un tiempo los medios fueron el cuarto, pero desde luego siempre tuvieron un gran poder”

¿En qué situación se encuentra la prensa actualmente, los ‘mass-media’?

La situación de los Medios de Comunicación en estos momentos no es la idónea. La prensa de papel tiene los días contados y el futuro está en la prensa digital, no cabe duda. La radio vive un momento aceptable y la televisión siempre se dijo que era el medio del futuro y ahora junto a Internet seguirá siendo el medio del futuro.

¿Un oficio tan maravilloso o una profesión apasionante?

Como decía García Márquez es la profesión más hermosa del mundo, donde se sufre -decía incluso- como un perro. Yo creo que es un oficio, a mí me gusta ese calificativo, y desde luego es apasionante, porque o lo vives las 24 horas o mejor te dedicas a otra cosa.

Ya a finales de los 50 se hablaba de que este oficio debería de cambiar, en los 70, de que este oficio estaba en plena crisis y que el cambio era un hecho o moría y en los noventa, que se hallaba en plena mutación. Pero…qué desesperación siempre con necesidad de cambio…

Eso es verdad. Le pasa como a la crisis del teatro. Siempre hay necesidades en el teatro y pasa igual en los Medios de Comunicación. Por eso se tiene que estar en constante renovación, porque siempre en cada etapa han llegado y llegan nuevas tecnologías y hay que adaptarse a ellas. Nosotros somos de la época del calco de la máquina de escribir, del teletipo con teclas y ahora funcionamos con redes sociales y con móviles y con lo que nos toque en cada momento. Entonces el que no se recicla se queda obsoleto y sin reacción y esto sería lamentable.

¿Es posible que se pueda convertir en cualquier otra cosa nuestro oficio?

Por supuesto que sí y sobre todo si los que vienen detrás de nosotros no saben estar a la altura de las circunstancias. A veces cuando me pongo hablar con alguno de ellos, no todos, pero veo, compruebo, que no les corre por las venas esa sangre de intensidad, de estrés por ser los primeros en dar esa u otra noticia. Antes, nosotros, pensábamos que se nos iba la vida en ello. Ahora lo primero que preguntan cuando llegan a una Redacción es qué horario voy a tener y lo que voy a ganar. Nosotros estas cuestiones las formulábamos más tarde.

Margarita Riviere, Profesora de Redacción Periodística de la UAB, habla de la muerte del Periodismo. Son los grandes cambios que vive nuestra sociedad y una de esas transformaciones es el nuevo poder de los Medios de Comunicación, puesto que ya no son el cuarto poder sino el segundo

Los Medios de Comunicación tienen un poder fuera de toda duda. No sé si en un tiempo fueron el cuarto, pero desde luego siempre tuvieron ese poder. Piensa que han existido medios que han derribado presidentes de países importantísimos, como el caso de USA. Ahí está el caso del Watergate en el Washington Post. Desde luego los medios van a ser un poder no sé si fáctico, pero desde luego seguirán teniéndolo ese poder durante mucho tiempo, porque si no no tendría sentido el interés que tienen los políticos por controlarlo

Quizás porque antes se tenía que informar y ahora solo hay interés en informar…

Claro, se tiene interés por dirigir la información. Vivimos en una sociedad que sorprendentemente tenemos más formas de informarnos que nunca, pero tenemos más desinformación que nunca, también. Porque más que nunca surgen las fake-news. Me sigue sorprendiendo aquellas personas que aseguran una noticia e insisten en su veracidad por el simple hecho de estar en Facebook, ¡pero, bueno, Facebook no es la Biblia! Lo ha podido escribir cualquier insensato y la gente se lo traga.

Luego existen dos apartados claramente: la sociedad de la desinformación y la sociedad informada. La primera con la clara intención de desviar la atención intencionadamente y siempre con intereses.

Atención a esta aseveración de Robert Tixier y Daniel Chaize cuando afirman que “el cuarto poder está minado en su interior por el poder económico que está intentando transformarlo para su propio uso y según sus criterios exclusivos”

Desde hace años los editores de periódicos han dejado de engañarse y admiten cada vez más que se hallan en el negocio de transmitir más mensajes publicitarios que puramente informativos.

Fíjate hubo un día, no hace mucho, que las portadas de la gran mayoría de los diarios impresos, incluidos los regionales, cambiaron sus portadas por una página totalmente publicitaria. Es claro que los medios privados necesitan de una viabilidad económica y esta condición combinarla con la información es complicado. También esto influye en una posible información que se pueda dar que te condicione antes de ofrecerla por lo perjudicial que pueda suponer.

Actualmente la noticia no es ese hecho nuevo de interés general, sino de poder sobre todo económico, ahora es noticia lo que los famosos o conocidos poderosos dicen, hablan u opinan…

Y lo triste es que los lectores, oyentes o televidentes se lo creen. Ahora tenemos el caso de Trump. Todos los días al levantarse y antes de desayunar coloca un twitter y la actualidad del día suele pasar por lo que diga el señor Trump. Y es lo que te comentaba antes: el hecho de que lo realice este presidente pasa por ser una gran noticia. Lanza una mañana una de sus frases antológicas y la gente se lo cree.

Creo que también deben existir medios de comunicación que sean el contrapoder y que puedan rebatir lo que dicen estos individuos. Y seguirán editándose, a pesar de las cortapisas que tiene el tema comercial o político. Ahí debe de estar la habilidad de los editores.

¿La televisión se ha encasillado demasiado?

Sí, si, por supuesto. Es muy difícil encontrar productos nuevos y originales. Hubo un tiempo que se dijo que estaba todo inventado. Yo no sé si realmente es así, pero es difícil ver algo nuevo. Se copian unos canales a otros. No hay originalidad. Es raro encontrar un programa, un informativo nuevo, original, novedoso.

Lo sorprendente es que un medio público plagie a un medio privado. Esto es inconcebible. El papel que debe cumplir un medio público no puede ser el mismo que un medio privado. La información es sagrada, pero luego hay formatos que no se pueden adaptar a una televisión pública respecto a lo que puede ser una televisión privada.

¿Quizás el no estar bien con nadie te puede ir fatal en esta profesión?

Es muy difícil. Hay profesionales que lo intentan, pero no lo consiguen. La persona con poder lo que desea es arrimarse a ti y que tú te arrimes a él. Es complicado, pero no imposible. Digamos, evidentemente, es lo ideal.

¿La vida y la televisión se imitan mutuamente?

Creo que es la gente la que lo hace. Las personas imitan a la televisión y como por este medio nos están ofreciendo desde hace un tiempo unas maneras de vida, un modus vivendi, que me parece absolutamente demencial. Concursos de supervivencia, o de otras formas de convivencia, que parece que nunca pasa nada, pero luego te hablan de lo divino y humano. Por tanto no es que la gente esté imitando a la vida. Eso fue durante una etapa de nuestra vida. Ahora la gente imita los comportamientos que se ven en televisión. Y esto es muy preocupante, porque hay vivencias que aparecen en televisión que no son ni razonables.

Pero cuántas cosas le sobran a la televisión…

Pues principalmente ese malentendido sentido del espectáculo. Los reality show. Creía que este formato iba a ser novedoso de una temporada sólo, pero en España se ha ido prolongando y lo sorprendente es que ves los rankings de audiencia y es tremendo porque son los campeones de los ‘share’.

Ayer mismo ví un programa cultural de La 2 y seguro que tuvo un 4 ó 5 solo de cuota de pantalla y un Sálvame hablando de cualquier tontería que le ha podido suceder al tipo más insospechado se pueden pasar semanas y semanas hablando de ello y cuando se les acaba esos temas, pues hablan de ellos mismos. Entonces consiguen un share del 18, 19 por ciento que en televisión es una barbaridad. Incluso ha habido grandes profesionales serios de la información, que se han llegado a dedicar a ello. Y creo que todos sabemos de quién hablamos.

Insisto como hombre de TV, ¿la prensa (los mass-media) han conseguido llegar al segundo poder, sólo después del económico?

Hombre yo no sé si será el segundo poder, ya te digo, pero si el tercero o el segundo, seguro. El cuarto desde luego no lo es ya. Se tiene ya una muy fuerte influencia en la sociedad. Y lo triste es que esa influencia no sea a base de buena información, sino, a veces, de opiniones teledirigidas, reconducidas, domesticadas hacia la gente. Ha ocurrido en momentos cruciales de la historia de algunos países occidentales, que no se ha dado toda la información real tal y como sucedió.

Quiero ser optimista de cara al futuro hablando de la información bien dada.