Con esta medida, el presidente tiene vía libre para enviar a Libia las tropas que considere necesarias.
El principal partido de la oposición criticó la medida al considerar que intervenir en la nación árabe supondría un empeoramiento de la situación e involucraría a Turkía en un nuevo conflicto.
En estos momentos Libia se divide entre el Gobierno de Acuerdo Nacional, con sede en Trípoli y reconocido por las Naciones Unidas, y el de la Cámara de Representantes, que tiene su sede en Tobruk y cuyo ejército realizó numerosas ofensivas durante el año 2019 alcanzando incluso los suburbios de la capital oficial.