Según Eugenio Privitera, director del Instituto de Nacional de Estudios Geográficos de Catania, se trata del comienzo de "una nueva fase eruptiva del Etna, que podría terminar pronto o durar meses".
El especialista aseguró que el fenómeno no representa peligro para los pueblos ni la gente, pero es necesario controlar el flujo de turistas en la zona del volcán para su seguridad.
La nueva erupción tampoco afectó el funcionamiento del aeropuerto de Catania.
El Etna, de más de 3.300 metros de altitud, es el volcán más activo del continente.
Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), han sido más de 130 las sacudidas sísmicas que se han registrado en la zona desde el lunes en la mañana y la más fuerte alcanzó una magnitud de 4 poco después de las 13 horas.
Después de las sacudidas hubo un aumento de la actividad del volcán, que culminó con una enorme columna de ceniza.