Los Cazaminas incorporan tecnología de última generación. Se puede decir que son los barcos que, por tonelada de desplazamiento, tienen la mayor inversión tecnológica de toda la Flota. Así es en la Armada Española y en el resto de las Marinas.
En particular, los "ojos" del Cazaminas es el sónar de altísima resolución que basa su funcionamiento en el procesamiento del eco de la onda acústica reflejada en el fondo o en cualquier objeto sumergido, como por ejemplo una mina naval.
Pero además, los Cazaminas tienen un sistema de posicionamiento muy preciso que excede los estándares habituales de la navegación. No en vano, es imprescindible para la guerra de minas saber exactamente y con precisión milimétrica dónde se encuentra el posible contacto submarino.
Por si fuera poco, la detección y posterior clasificación de un contacto por medios acústicos, necesita finalmente identificar visualmente que es lo que ha detectado el sonar. Esto se hace mediante los vehículos submarinos que llevan a bordo los propios Cazaminas, dotados de su propio sonar y cámara, y que son controlados remotamente a través de un cable unido al buque.
La pericia necesaria para hacer navegar a este vehículo en tres dimensiones hacia un objeto sumergido en el agua es digno de mención. Hay otra manera de identificar los contactos, y es a través de los buceadores especializados en medidas contra minas. Estos grupos operativos son auténticas unidades de élite y "en ESP MINEX-19 hemos tenido el enorme valor añadido de poder contar con una unidad multinacional de buceadores de MCM de la Armada y de las marinas de EEUU, Bélgica y un observador sueco", señala el CN Arcos Palacios.
La guerra de minas, plenamente vigente hoy en día por los efectos devastadores sobre el tráfico marítimo es un campo de desarrollo tecnológico. Los vehículos autónomos submarinos son una buena prueba de ello. Estos robots submarinos incorporan un sonar de barrido lateral y cámara de alta resolución que, en base a una trayectoria pre-programada pueden explorar un área determinada sin necesidad de entrar en el campo minado.
El ejercicio ESP MINEX-19 en la que la variedad de plataformas y medios ha sido sobresaliente, ha contado con dos clases diferentes de estos vehículos, concretamente un SEACON portugués y un REMUS belga. Estos robots submarinos graban -para posterior análisis a bordo- en cuestión de horas un mapa completo del fondo en el que los contactos son posicionados para posterior identificación visual por el propio vehículo o bien por los buceadores.
"Es precisamente en la guerra de minas donde esta combinación hombre-máquina es fundamental", asevera el director del operativo naval multinacional. Tecnología de última generación a disposición de un operador perfectamente adiestrado e instruido. Un binomio indisoluble y exitoso
Mina a mina, se abre el camino. Como reza el lema de la Fuerza de Medidas Contra Minas de la Armada Española : "primeros en entrar, y últimos en salir"
Siempre adelante...
Si (
No(
