la juez Alaya junto a su marido, adquirieron una inmensa finca de 400.000 metros cuadrados en la localidad sevillana de Castillo de los Guardas. Esa operación fue declarada ante el notario en marzo de 2011 por un precio de 150.000 euros. Destaca el autor de la información que este precio está por debajo del valor del mercado que se situaría en unos 400.000 euros, 250.000 menos. Curiosamente la finca que fue adquirida hace 6 años, por 362.000 euros, Alaya la compra en 150.000
Juan Romero Cuaresma, pagó para adquirir esta finca 362.000 euros.Está situada en el Castillo de los Guardas a 50 kilómetros de Sevilla, con un entorno natural privilegiado y muy cotizado por los aficionados a la caza mayor que persiguen a ciervos, jabalíes como grandes trofeos. Un espacio natural plagado de encinares y de alto coste. En el lugar se hallan distintas fincas con lujosas edificaciones a donde acuden representantes de las familias adineradas de Sevilla amantes del campo, del mundo del caballo, de la ganadería y del deporte cinegético. Además de su cercanía a Sevilla, se ubica en las estribaciones de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, cuna del jamón ibérico de Jabugo.
No se explica que seis años después la misma finca fuera adquirida por Ayala y su marido, abogado y administrador concursal, en un precio sensiblemente inferior. En este exclusivo enclave de Castillo de los Guardas, los precios no solo no han bajado sino que hay compradores buscando hacerse con alguna de estas lujosas fincas. pero ¿fue adquirida la finca por un precio muy inferior al mercado actual, o se ha pagado parte en dinero negro?
La descripción de la finca-chollo la presenta como una adquisición paradisíaca: encinas, lago particular con patos, vigilancia privada y diaria, casa de piedra, piscina (estas dos últimas edificaciones se construyeron posteriormente a su compra por el matrimonio Castro-Alaya) y una nave "teóricamente" ganadera. Todo su extenso entorno se encuentra vallado algo que puede haber costado incluso más que el propio precio pagado por la adquisición de la finca.
Otro aspecto curioso es el de la forma de pago. 60.000 euros en dos talones bancarios y 90.000 euros en mano, en efectivo metálico, hecho, este último, que a Inda le parece que es una práctica muy poco común en este tipo de compras llevadas al registro.
La otra gran pregunta que se hace es como un matrimonio que no debe de superar unos ingresos de 10.000 euros mensuales puede acceder a la compra, mejora y mantenimiento de este tipo de fincas reservadas a economías de "alto standing". Recordar que este amplio terreno y casa posee dos guardeses, vigilancia privada y necesita de informaciones de una manera frecuente.
Por último se revela que una denuncia presentada en la Delegación andaluza de la Agencia Tributaria contra el matrimonio Castro-Alaya, señala que podrían haberse pagado unos 220.000 euros en B "teniendo en cuenta que los transmitentes adquirieron las citadas fincas en 2005 por 362.000 euros. A esta cifra habría que sumar el coste de construir una casa de 257 metros cuadrados, más jardín y piscina "que ascendería a 254.000 euros"según recoge el escrito en manos de Hacienda. Según estos cálculos el coste real de adquisición de esta propiedad sería de unos 750.000 euros incluyendo lo escriturado, "el que se hubiera pagado fuera del circuito, el coste de la edificación y el vallado".
El marido de la juez Alaya da por "archivada" la denuncia. Pero si cabe destacar que "el 31 de diciembre de 2011 se produjo la disolución de la sociedad de gananciales de los denunciados, adjudicándose la mayor parte de los bienes de D. Jorge Castro García, produciéndose una donación encubierta al favor del mismo que no ha sido declarado a efectos del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones".
También recuerda algo sorprendente para las cantidades millonarias que se están manejando: no se solicitó ningún préstamo hipotecario o al menos no consta. Y para finalizar un dato más comprometedor como es el que la vivienda, a fecha de octubre 2014, no se ha inscrito en el Registro de la Propiedad.