Manita para el Sevilla en Chamartín.

Sin duda Cristiano fue la estrella. Lo fue antes con su nuevo Balón de Oro y después del partido,tras su magnífica actuación.

El Madrid machacó con gran solemnidad a un Sevilla que no fue ni su sombra. Cristiano le hizo dos goles con un Madrid vibrante que jugó como le viéramos jugar en pretemporada.

No solo fue Cristiano, también vimos a Asensio, un jugador que apesar de su juventud ya manda en el equipo. Un pase suyo, con porte dejó a Cristiano ante Sergio Rico. El portugués, remató como lo hace en la Champions y marcó. A partir de ahí el Madrid fue dueño y señor del partido y el Sevilla desapareció del campo.

Zidane salió con la única defensa de segunda que pronto se convertiría en una defensa de primera. Con Achraf y Vallejo, ayudados por Nacho y Marcelo, al que lo de jugar tan atrás no le va. Por delante, colocó a Casemiro. Modric y Kroos para la codirección sin cortafuegos a la espalda y sorprendentemente dejó en el banquillo a Isco.

Ese 4-4-2 puro desató al equipo de Zidane y a Marco Asensio, principal inductor de la paliza. Ayudó el gol de Nacho, que desprecintó el partido en error denunciable de Kjaer y Muriel. Después amagó el Madrid con la siesta que ya se echó ante el Borussia, pero antes de que apareciera el juego llegó el segundo gol y aquello fue una masacre. El Sevilla, que lo había intentado por los costados que ocupaban dos veteranos, Nolito y Navas, y cierto empuje de Banega, su eje de rotación, bajó los brazos.

El Madrid, llegaba en oleadas al área contraria. Unas veces por la izquierda, con Marcelo y Asensio. Y así llegó el gol de Kroos. Lucas Vázquez y Achraf trazaron también un magnífico plan por la derecha. El marroquí, estuvo suberbio en sus llegadas. En una de ellas firmó el quinto antes del descanso.

Para el fin de fiesta llegó Benzema. Zidane hizo cambios y premió a Marcos Llorente y Ceballos.

En Chamartín hubo segundo tiempo. Bastó el primero para darle un repaso colosal a un Sevilla que tardará tiempo en olvidar. Un homenaje a ese CR al que ayudó Asensio con la pelota imantada al pie que concluyó con un pase para Cristiano Ronaldo, que batió a Sergio Rico con precisión. Del Sevilla ya no hubo ni migas. A partir de ahí el Madrid fue un vendaval

Antes de la media hora, Navas, le dio ucon la mano al balón cuando Marcelo realizaba una virguería. Rico no atinó a rechazar el penalti y CR aniquilaba al equipo andaluz.

Con Cristiano en combustión, con Benzema para todos, ya liberados Modric y Kroos, con Lucas dale que dale por la orilla derecha y con Asensio de mensajero con frac, a los hispalenses solo les quedaba agitar la bandera blanca. Cada asalto del Madrid en su campo era diabólico, supersónico. Hasta Kroos le puso una marcha que se le desconocía. En plena efervescencia local, tras un quite de CR al estilo de Casemiro, el alemán despegó con el turbo desde su propio terreno, se citó con Lucas y el gallego le dejó en la sala de espera del gol. Kroos, sin parar el balón, apuntó y la clavó con la zurda. Por si fuera poco, Achraf, un tiro por la derecha, le dio aún más volumen a los madridistas. En una de sus muchas descargas el joven marroquí se estrenó como goleador tras una gran maniobra de Benzema. El francés operó de Benzema, con ese fútbol sigiloso pero punzante que le distingue en ocasiones. El gol se le negó, pese a su cabezazo al poste izquierdo de Sergio Rico en el segundo tramo.

En el descanso, 5-0 . El pescado estaba vendido, así que para que hacer más sangre . En el segundo tiempo Zidane se sumó a la ofrenda honorífica a Cristiano y retiró al portugués para que recibiera otra aclamación popular.