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Enchufismo en la Junta de Andalucía.

Enchufismo en la Junta de Andalucía.

Favores políticos, puestos a dedo, el granero de Susana Díaz.

23.899 trabajadores en 2017 esa es la cifra que Susana Dáz oculta y que ahora sale a la luz. Es simple y llanamente el número de amiguetes y enchufados de la presidenta andaluza que conforman una administración paralela de la Junta de Andalucía.

Una extensa plantilla que no son otra cosa que favores políticos y que desde el gobierno autonómico se ha venido ocultando como información reservada y cuyos datos imposibles de recopilar se han venido ocultando a los sindicatos a la ciudadanía andaluza e incluso a los grupos políticos andaluces, incluido Ciudadanos, el socio de la presidenta Susana Díaz. Este es el granero de votos con el que Susana Díaz cuenta para seguir gobernando y un agujero en el bolsillo de los andaluces.

La Cámara de Cuentas, se habían acercado al número de personal contratado a dedo, sin embargo es ahora en el Presupuesto de 2018 donde se recoge por primera vez el dato exacto del personal al servicio de estas agencias públicas cuyo cometido es a todas luces desconocido.

Las cifras ponen de manifiesto que el personal a su servicio ha ido creciendo a pesar de los recortes que han sufrido los servicios públicos, los funcionarios de todas las administraciones. También como Susana se ha pasado por el forro, el acuerdo político que rubricó con Ciudadanos en el que se comprometía a reducir el número de directivos de estos entes inservibles e inoperantes de caracter político donde Susana coloca a los cercanos al partido premiándoles con elevadas retribuciones que salen de los impuestos de todos.

Según reconoce la propia Junta, en esta administración paralela trabajan 23.899 personas, lo que supone 207 contratados más que los que certificaba la Cámara de Cuentas en su informe del año 2014.

Favores de Susana Díaz a pesar de la crisis que pagamos todos, incluidos los funcionarios a los que se recortó la paga extra de Navidad , congelándose la sustitución de los funcionarios que se jubilaban o dejaban sus puestos de trabajo, mientras ella y su gobierno creaban otros puestos de libre designación para cercanos y amiguetes. Así mientras el funcionariado mermaba, el personal de la administración paralela crecía y crecía de manera oculta incrementándose los impuestos a los ciudadanos y los recortes a la inversión, los servicios y a los funcionarios de las administraciones públicas andaluza.

Así, hay en total 60 entidades. Y entre estas 18 agencias públicas empresariales, diez consorcios, 15 fundaciones y 17 sociedades mercantiles cuya labor se desconoce.

En el informe de impacto de género del Presupuesto de 2018 se detalla el personal que trabaja en todas las consejerías, así como sus categorías profesionales, si son funcionarios del grupo 1 o del grupo 2, además de la titulación académica que poseen. Unos datos que aparecen consignados con todo detalle.

Un ejemplo es el personal al servicio de la red de bibliotecas públicas de Andalucía. En el documento referido incluido en la Ley de Presupuesto que se aprobará definitivamente a finales de este mes, se detalla que hay 257 mujeres bibliotecarias profesionales por 123 varones en esta categoría; hay 700 mujeres auxiliares de biblioteca por 266 hombres; así como 75 mujeres en la categoría de personal especializado y 42 varones. Se detallan incluso los becarios (40 mujeres y 20 hombres) así como los voluntarios (39 mujeres y 25 hombres). Pero este detalle desaparece completamente en el capítulo dedicado a la administración paralela. Se desconocen las categorías profesionales, cuántos de ellos son directivos, y el sueldo que perciben por el trabajo que realizan. Ciudadanos también ha pedido estos listados y tampoco se los ha entregado el Gobierno andaluz a pesar del pacto de investidura.

La situación de la administración paralela ha venido siendo un debate incómodo para Susana Díaz que evita todo lo posible hablar de el. Una y otra, la oficial y la paralela mantienen las mismas estructuras e incluso conviven, en muchos casos, en los mismos edificios de las consejerías, para malestar de los funcionarios.

Las quejas de los funcionarios son frecuentes. Estos entienden que estos seudo funcionarios a dedo hacen un trabajo que les corresponde a ellos y para el que no tienen, las necesarias potestades administrativas que les otorga la ley, aunque en muchos casos por ser personal de confianza de la " jefa" tengan que guardarle la obligada pleitesía a riesgo de ser expedientados.

¿ Cuanto nos cuestan y quienes son los principales? En el próximo capítulo de Enchufismo en la Junta de Andalucía.

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