El Día Internacional de las Personas con Discapacidad fue declarado en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución 47/3. El objetivo fue y es promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural.
Tomando como base muchos años de trabajo de las Naciones Unidas en el área de las discapacidades, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada en 2006, ha avanzado aún más en el reconocimiento de los derechos y el bienestar de estas personas en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y otros marcos de desarrollo internacionales, como el Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres, la Carta sobre la Inclusión de las Personas con Discapacidad en la Acción Humanitaria, la Nueva Agenda Urbana, y la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre la Financiación para el Desarrollo.
EL SILENCIO Y EL MIEDO
En este 3 de diciembre, quiero abordar los silencios incómodos que se producen en situaciones inesperadas, tanto en el ámbito laboral como en la vida cotidiana, y que resultan dolorosos debido a su capacidad para herir y discriminar.
El objetivo es poner fin a estos silencios incómodos y dar voz a los millones de personas con discapacidad que viven en España o a las miles en nuestro entorno. Para que os hagáis una idea, en una provincia como Almería hay más de 60 mil personas con algún tipo de diversidad funcional. A pesar de los avances hacia la plena inclusión de las personas con discapacidad, todavía percibimos una clara infrarrepresentación en diversos espacios de la vida pública, incluyendo instituciones o centros de trabajo.
En un ascensor, una reunión, en un establecimiento comercial, el transporte público… todas las personas han vivido, al menos una vez en su vida, una situación incómoda que deriva en un silencio atronador y de la que no sabemos cómo salir. Las personas con discapacidad viven muchas de estas situaciones a diario.
3 de diciembre en España
Tenemos motivos para estar orgullosos de los avances en nuestro país, ya que nos adelantamos diez años a las Naciones Unidas en la proclamación de derechos para este colectivo.
En 1982, España aprobó la Ley de Integración Social de los Minusválidos (LISMI) con el propósito de garantizar un derecho que no se estaba respetando: el acceso al mercado laboral en igualdad de condiciones.
La Ley de Atención a la Dependencia fue una “conquista social”.
Dentro de los avances sociales para las personas con discapacidad está cuidar de su estrato más vulnerable: LOS DEPENDIENTES.
Y fruto de esa inteligente reflexión, del impulso asociativo y gracias a la buena comunicación entre las instituciones y las entidades sociales, por supuesto no podemos dejar de nombrar al Cermi o la ONCE, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero publicó la Ley de Atención a la Dependencia, lo que fue un sorpaso en derechos y garantías sociales hasta la fecha.
Me gustaría cerrar esta breve columna dejando un mensaje para todas esas personas con discapacidad que tienen dudas sobre quién les representa: les indicaría sobre las fechas mencionadas donde se han producido avances en dichos derechos. Siempre un color político detrás de la defensa de esos avances ha sido el PSOE, sus candidatos son los únicos que han mostrado sensibilidad con este colectivo que tenemos tan cerca y a veces nos cuesta reconocer.
Si (
No(
