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'Materias que componen el diseño curricular', por Pedro Cuesta Escudero autor de Por una escuela pública de calidad. Bases para una educación íntegra
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"Materias que componen el diseño curricular", por Pedro Cuesta Escudero autor de Por una escuela pública de calidad. Bases para una educación íntegra

martes 14 de noviembre de 2023, 09:32h
'Materias que componen el diseño curricular', por Pedro Cuesta Escudero autor de Por una escuela pública de calidad. Bases para una educación íntegra

Como en el alumnado hay diversidad de intereses, capacidades y ritmos de aprendizaje, la homogeneidad curricular para todos, no solo no es conveniente, sino que es negativa. Es decir, los centros escolares, además de programar las materias comunes, también deben ofertar las suficientes materias optativas y actividades extraescolares para que a lo largo del proceso de educación y aprendizaje cada alumno/a pueda configurar su currículo personal en función de sus propios intereses y capacidades.

La nueva organización escolar que proponemos no toma como punto de referencia exclusiva la función docente. La actividad educativa no es solo actividad escolar. Debe existir una continuidad entre aquella parte que tiene una dimensión esencialmente escolar y aquella otra que se desarrolla en otros ambientes. Por ello hemos de tener en cuenta que, por el hecho de que unas materias sean comunes y otras optativas o extraescolares no significa que las primeras sean las fundamentales y las otras de relleno. Las jerarquías se establecen de forma artificial con las calificaciones, pues hay profesores/as más exigentes, no en el celo profesional y en el buen hacer, sino en las notas. Suspendiendo a troche y moche quieren dar a entender que las materias que imparten son primordiales, cuando lo que ocultan es su incapacidad de saber motivar a sus alumnos/as. Suprimiendo las calificaciones, como siempre defendemos, se termina con esa mentalidad tan extendida de que hay asignaturas fundamentales y asignaturas de relleno, denominadas “marías”. Partiendo de la unidad del ser humano, lo que se debe reseñar en los expedientes académicos es la progresión, con las matizaciones precisas, en el proceso educativo, en vez de calificaciones numéricas de cada asignatura. Ahí es donde surge el conflicto de cuál es la asignatura que tiene más peso a la hora de calcular la media.

Materias comunes y materias optativas

Pensamos que para mayor operatividad sería más conveniente que por las mañanas se dieran las materias comunes y se reservaran las tardes a las optativas, a las clases de recuperación y a las actividades extraescolares, o sea al trabajo más personal y libe de los alumnos/as. Lo razonable es que todas las tardes de la semana, menos las del viernes, los alumnos/as deben dedicar dos sesiones (de una hora cada una para los de primaria y de hora y media para los de la ESO) a actividades optativas que requieran estudio como Religión, música, informática, pintura, teatro, etc. y/o clases de recuperación de las materias comunes, impartidas por profesionales del centro o por especialistas pagados por la Administración, y otra o dos sesiones más a actividades extraescolares de carácter más lúdico y/o deportivo, cuyos gastos corran a cargo de los padres y madres de los alumnos/as beneficiados. Si estas clases se dieran en días alternativos, entre recuperaciones y optativas podrían haber cuatro actividades distintas y de extraescolares otras cuatro. Hay que dar oportunidades a que los padres y sus hijos/as elijan las actividades optativas y extraescolares, aunque deben ser los tutores los que aconsejen y controlen que no se escojan materias inapropiadas o abrumadoras para la capacidad de los alumnos/as.

Grupos flexibles

Por otra parte habría que encontrar un punto intermedio entre la organización inmóvil del grupo-clase y la formación de grupos flexibles. Es bueno, por una parte, que los chicos/as pertenezcan a un grupo estable, pero también hay que dinamizar y diversificar la práctica pedagógica con la formación de grupos flexibles. También se pueden agrupar dos o más grupos para actividades que permitan un gran número de alumnos/as: conferencia sobre un tema concreto, visionar una película, colonias, etc. E, incluso, agrupar a alumnos/as de diferentes clases y etapas para realizar actividades como teatro, corales, Religión, etc. También se pueden organizar grupos de áreas diversas para realizar actividades interdisciplinarias. Es necesaria, pues, una flexibilidad que dé cabida a la diversidad de estudiantes y responda adecuadamente a las posibilidades desiguales que tienen para alcanzar los mínimos establecidos. Se deben establecer agrupaciones flexibles que permitan ritmos diferentes en la organización de la enseñanza en las aulas y en los centros, agrupaciones no permanentes ni estigmatizadoras para nadie.

Todos estos cambios organizativos y curriculares no tienen efectividad si no va unido a una formación adecuada del profesorado y si no se dotan a los centros con las infraestructuras necesarias. Hay que revisar las actuales especializaciones del profesorado de secundaria. Profesores/as solo especialistas en materias específicas resulta incoherente con un modelo de currículo integrador.

Diferentes procedimientos

Los planes de enseñanza, como los programas, no han de confeccionarse del mismo modo en todas las enseñanzas obligatorias. En primaria, por ejemplo, el procedimiento cíclico, en el que se procura dar a los alumnos/as desde los comienzos toda clase de conocimientos, cada vez más ampliados, según la edad, como círculos concéntricos y la enseñanza global, que puede realizarse dentro de una sola materia (en realidad todo proceso natural de aprendizaje bien realizado es global), son más conformes con la naturaleza del niño/a, porque se adapta mejor al desarrollo progresivo de sus facultades. La enseñanza globalizada suprime las demarcaciones entre las diferentes áreas. “Es preciso, ante todo – exige Cossío- , acabar con el sistema de “asignaturas” por años y sustituirlo por una distribución “concéntrica” de los asuntos en la que todas se tratarían con más o menos intensidad durante varios años”.

Sin embargo, en secundaria, que se profundiza más en las materias, se necesita una mayor especialización, que exige un grado de individualización de las enseñanzas. En este caso es más idóneo el procedimiento gradual. Que consiste en agrupar en cada materia de un modo continuo y progresivo los conocimientos que se consideran indispensables para poder pasar a otras materias diferentes. En este contexto se requieren unos organismos – los Departamentos- para aglutinar todas aquellas materias afines que necesitan una mayor coordinación entre ellas. Estos departamentos no tienen por qué asimilarse a los de los centros universitarios. Si en la Universidad se parcela el saber con arreglo a las divisiones de la ciencia, en los centros educativos se debe hacer teniendo en cuenta los procesos educativos. En el artículo anterior ya especificamos los seis Departamentos que debe haber en los institutos (el de Educación Moral, el de Educación Física, el de Educación Tecnológica, en de Educación tecnológica y el de Educación Intelectual).

Materias que deben trabajarse en los centros educativos

El lenguaje es la primera materia que debe darse en la escuela, por ser la llave de nuestros conocimientos y la base de toda cultura. El lenguaje es el mensajero de todas las ciencias y el vehículo de las relaciones sociales. Saber hablar es saber pensar y por cada palabra que aprendamos, conquistamos una nueva idea para nuestra mente. Aprender el lenguaje es desarrollar el pensamiento y forma y disciplina todas nuestras facultades. El aprendizaje de la lengua no puede realizarse más que a fuerza de practicarla, hablar mucho y oír hablar. Contar, escribir y narrar lo que se ve y pasa a nuestros alrededores.

Las ciencias físico naturales son las que suministran los conocimientos fundamentales para la inmensa mayoría de las actividades. Por encima del valor útil que produce su estudio, son formidables palancas que puedan originar efectos educativos incalculables. Contribuyen a despertar y sostener la atención y desarrollan el espíritu de observación y ejercitan los sentidos. Es un error la creencia de que el estudio de las ciencias naturales solo es adecuado en los últimos grados de la enseñanza. Desde el primer año el niño/a se interesa por todos cuantos objetos naturales le rodean.

Las matemáticas son fundamentales para el desarrollo mental de los alumnos/as. Tienen un valor educativo de gran importancia. Acostumbran al discípulo a pensar con fijeza y a demostrar con rigor, habitúa a la inteligencia al pensar lógico. Obliga al alumno/a a una atención sostenida, corrigiéndole sus distracciones y modificando la tendencia a la precipitación. Contribuye al desarrollo de la memoria racional. Debido al enlace lógico de los conocimientos matemáticos, obliga al alumno/a a tener presente cuanto lleva estudiado y en cualquier aplicación matemática tendrá que hacer uso de la memoria racional. También son un medio para desarrollar el esfuerzo personal, acostumbra al alumno/a a vencer obstáculos, estimula la voluntad y excita su iniciativa personal. Pitágoras explicaba la Aritmética para explorar la aguza y penetración del ingenio, pues nada pone de relieve mejor esas cualidades que la facilidad para el cálculo. Por eso desde que el niño/a conoce intuitiva y perfectamente los diez primero números hemos de hacer que sume, que reste, que multiplique y que divida.

La Historia es el conocimiento del pasado, es la memoria colectiva y de la colectividad. Nosotros somos, como individuos, personas con memoria porque en cuanto desaparece la memoria desaparece también la persona, nos convertimos en un ser que vegeta. La colectividad también tiene memoria y necesita ser explicada a las nuevas generaciones para saber quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Hay dos tipos de historia, la que explica el desarrollo de la humanidad y la que se centra en áreas geográficas concretas, básicamente donde estamos enraizados y vivimos. Lo más lógico, al explicar la Historia, es comenzar desde el principio, pero distribuyendo el tiempo de tal manera que se pudiera explicar el presente, pues sino, el alumno/a se queda frustrado, no comprende qué tiene que ver la Historia con su vida. Es importante tener una formación histórica, no para creer que hay una identidad nacional eterna, sino para lo contrario, para comprender que las cosas cambian constantemente y que el futuro va ser diferente al presente. Hay que explicar que no siempre hubo estas casas en las que vivimos, ni este paisaje; que hubo otra sociedad, otros valores. Entender así el pasado nos hace más receptivos y estar más preparados para el cambio. El nacionalismo, sea de la clase que sea, no se debe enseñar, porque los nacionalismos no preparan al ciudadano para el cambio. El nacionalismo petrifica la cultura y puede engendrar personas agresivas, que siempre piensan que hay que estar en guardia para defender la identidad ante la amenaza del futuro. Hay que preparar a los alumnos/as para una vida diferente que, aunque no se sepa cómo será, de lo que sí se está seguro es que el futuro será diferente. Junto a la enseñanza de la historia del país hay que explicar una historia de la Unión Europea, que es la sociedad a la que pertenecemos y de la que recibimos y compartimos unos mismos valores. Pero la enseñanza de la Historia debe adecuarse a la necesidad de una convivencia de culturas.

El estudio de la Economía es necesario, aunque sea de una manera elemental, porque nos sitúa en el mundo real al hablarnos de la naturaleza del trabajo, del mercado laboral, de la competencia financiera, del capital en la producción, del crédito, de las teorías económicas, de agentes de producción, del cambio de moneda, de salarios y de precios, de oferta y demanda, de previsión y ahorro.

La Moral es la ciencia de las costumbres y tiene por objeto el estudio de todas las relaciones humanas. La finalidad de la educación moral es ilustrar la inteligencia y mover la voluntad para ajustar los actos a la práctica de los deberes éticos y morales. La enseñanza de la moral ha de ser práctica y los resultados se miden por actos. Los conflictos, experiencias y situaciones diversas han de ser siempre motivo de estudio y reflexión. El ámbito principal de la educación moral está en el mismo centro escolar, no solo en los proyectos y normas de convivencia, sino también en las relaciones entre los distintos miembros de la comunidad educativa, en la práctica diaria de profesores/as y alumnos/as reflejada en la manera de entender el respeto, la tolerancia y la solidaridad. Las etapas de educación infantil y de primaria son fundamentales para la interiorización de reglas y normas. El eje curricular se ha de concentrar en los valores de la solidaridad, la tolerancia, el respeto a la diversidad, la capacidad de diálogo y de participación social. Los conflictos son procesos que encubren intereses y su análisis ayuda a clarificar valores. Educación para la comprensión del otro y la aceptación incondicional de sus derechos como personas, rechazando las discriminaciones. La valoración de la diversidad implica evitar modelos estereotipos diferentes, como la del hombre macho, prepotente y duro y la mujer sumisa y obediente.

Continuación de la educación moral es la educación para la ciudadanía, que tiene por objeto favorecer el desarrollo de personas libres e íntegras a través de la consolidación de la autoestima, la dignidad personal, la libertad y la responsabilidad, y la formación de futuros ciudadanos con criterio propio, respetuosos, participativos y solidarios, que conozcan sus derechos, asuman sus deberes y desarrollen hábitos civiles para que puedan ejercer la ciudadanía de forma eficaz y responsable.

El estudio del arte sirve para la educación de la sensibilidad. Además el arte es un importante instrumento para la identificación cultural. A través del arte es posible desarrollar la perfección, la imaginación y la capacidad crítica. Permite analizar la realidad percibida y cambiarla a través de la creatividad. Pero el nuevo ámbito de la educación artística es la cultura visual. La cultura visual tiene cada vez mayor importancia, incluso a edades tempranas. El aprendizaje sobre la cultura visual puede ser practicado de múltiples maneras, utilizando el ordenador, el vídeo, la computadoraTambién el dibujo es un lenguaje completo respecto a las formas. Educa la atención y perfecciona nuestro sentido de la vista, nos enseña a ver mejor y a interpretar lo que vemos. Educa la memoria, la fantasía y favorece el espíritu de invención. El canto educa el oído, depura el gusto y ejercita el aparato fónico. “Lo que la gimnasia para el cuerpo es la música para el alma” dice Platón en La República. Sin las emociones de la poesía, de la música y de la pintura y sin los sentimientos que en general despiertan las Bellas Artes pierde la vida la mayor parte de sus encantos. Si se busca una educación completa, deben ser cultivadas la pintura, la escultura, el dibujo y el canto. El despertar el sentimiento de lo bello es uno de los aspectos de la educación que más se descuida en la escuela, bien por falta de tiempo o por falta de medios. Y esa laguna repercute hondamente en la vida social.

La Educación Física es la base de la educación moral y de la intelectual. El objetivo de la educación física es desarrollar y conservar en perfecto estado nuestro cuerpo, que es esencial para el equilibrio psicosomático y para el proceso educativo. Difícilmente puede ser provechosa la acción escolar con cuadros de anorexia o bulimia, por ejemplo. Y eso no se consigue solamente con ejercicios físicos. Hacen falta, además, una perfecta higiene y una adecuada alimentación. Por ello los profesores de educación física han de ser expertos en fisiología, higiene y dietética, además de gimnasia y deportes. Por la ignorancia de la fisiología y de la higiene cometemos transgresiones al orden que la naturaleza impone en lo que se refiere a la salud y que antes o después son origen de enfermedades.

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