La esperanza ultra del PP Cuevano, Diego Bravo, con el escándalo del presunto pago en Vera por ser candidato, puede acabar con un tiro en el pie de los JAUGAMO, siglas estas que como saben corresponden a Javier Aureliano García Molina, Excelentísimo Presidente de la Diputación de Almería y que aparecieron por primera vez en aquella hoja contable de la empresa Facto donde el susodicho dispuso de 124.000 euros a su antojo. Dineros que nadie sabe por qué eran suyos y de los que el beneficiado sigue sin dar explicaciones, motivo este por el que seguiremos insistiendo.
A decir de muchos electores del levante, Bravo les ha salido rana, parafraseando a Esperanza Aguirre y su charca madrileña.
Parece, a día de hoy evidente, que para Bravo, la candidatura del PP Cuevano, es al menos una inversión rentable. Aún no se sabe si será competitivo contra la gestión del Alcalde Antonio Fernández, pero, sí se conoce ya que, para sus
negocios, él ya ha ganado.
A tu “VERA”, a la verita tuya, hasta el día que me muera, es el fragmento de la conocida canción de Lola Flores que parece premonitoria del que, antes de empezar la lidia política, aunque Bravo, ya mansea con comportamientos presuntos y dudosos donde la connivencia con sus correligionarios del PP de Vera huele bastante mal, al obtiener un de contrato de 41.140 euros, que lo hacen merecedor de ser como candidato, puesto en cuarentena, dado el déficits en cuanto a su comportamiento ético.
Mal empieza el candidato del Partido Popular Cuevano a la alcaldía, al que aficionados ultras esperaban sacar por la puerta grande. Ya renquea dicen algunos tras enseñarles la patita y ver la joya que pretende tomar la vara de mando.
No es extraño que tras este comportamiento muchos vecinos ya lo hayan devuelto a corrales. Eso sí con 41.140 de los ciudadanos de Vera que el bueno de su alcalde le ha brindado seguramente para echarle una mano en la campaña electoral.
Y todo presuntamente legal, mediante una fórmula reservada sólo para situaciones de excepcionalidad y de urgente e imperiosa necesidad, en las que es difícil valorar y cuantificar las necesidades a cubrir, el alcalde de Vera, ha decidido o lo han obligado a
“premiar” a un compañero y candidato popular en el municipio vecino de Cuevas con un contrato “negociado y sin publicidad” de 41.140 euros (incluido IVA).
Parece que los vecinos de Vera con sus impuestos deben pagar por ser candidato del PP en otro pueblo.
TEATRO Y CONCIERTOS
La excepcionalidad y la urgente e imperiosa necesidad para la primera autoridad de Vera justificando su supuesta “exclusividad en la representación” de los diferentes artistas que tienen previsto actuar, se puede interpretar como una competencia desleal, por cuanto se obvia con ello y se castiga a otros empresarios del sector de la promoción de espectáculos, incluido algún otro conocido compañero de su propio partido, que legítimamente también aspiran a contratar con nuestro Ayuntamiento, las dos actuaciones teatrales infantiles y otros dos conciertos musicales de bandas adjudicadas al alcaldable pepero Diego Bravo.
Finalmente, para muchos vecinos de Vera, además de llenar los bolsillos del Candidato del PP Cuevano, estos contratos preelectorales son, “Panem et circenses” (pan y circo), frase histórica originaria de Roma, donde los políticos romanos, diseñaron un plan para ganarse el voto de la plebe basado en el clientelismo: al regalar comida y entretenimiento con el que se lograba una alienación del pueblo, que lo despojaba de su espíritu crítico, mientras, a la vez se sentía satisfecho por esa falsa generosidad de
los gobernantes, estrategia para la que han contratado a Diego Bravo.
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No(
