El evento castrense comenzó con los Honores de Ordenanza y revista a las tropas formadas en la Explanada del recinto, a cargo del Coronel Herrera, quien inmediatamente después encabezó la ceremonia de imposición de condecoraciones y reconocimientos al personal civil y militar que se han hecho acreedores a las distinciones.
Otra secuencia emotiva fue el homenaje a los caidos, protagonizado por todos los efectivos militares que cantaron al unísono "La muerte no es el final" a los acordes de la Unidad de Música del Tercio de Levante de la Infantería de Marina de Cartagena. La corona de laurel fue depositada en el monolito por el Coronel Herrera y la viuda del Capitán Rivas, fallecido hace años en acto de servicio y cuya figura es recordada permanentemente por sus compañeros de armas. Seguidamente fue interpretado el Himno de Infantería, que dio paso a la alocución del que hasta el próximo día 17 de este mes será su máximo responsable. Un discurso lleno de emotividad tanto en los valores militares que adornan a las Fuerzas Armadas como en un "guiño" personal a la ciudad de Murcia, que le ha acogido durante estos dos últimos años de mando.
El acto militar concluyó con el desfile de los paracaidistas de la III Bandera "Ortiz de Zárate" sin que este año, debido al mal tiempo impidió el habitual salto paracaidista.