nuevodiario.es

CULTURILLA NAVAL

Más tradiciones perdidas en la Armada hace medio siglo: las “Semanas Navales”, por Diego Quevedo Carmona, Alférez de Navío ®

Más tradiciones perdidas en la Armada hace medio siglo: las “Semanas Navales”, por Diego Quevedo Carmona, Alférez de Navío ®
viernes 05 de noviembre de 2021, 10:45h
Más tradiciones perdidas en la Armada hace medio siglo: las “Semanas Navales”, por Diego Quevedo Carmona, Alférez de Navío ®

Corriendo el año 1966 y siendo Ministro de Marina el Almirante Don Pedro Nieto Antúnez, se dispuso el establecer en España lo que se dio en llamar la “Semana Naval”, importante evento cuya celebración en principio se determinó que sería bianual.

Más tradiciones perdidas en la Armada hace medio siglo: las “Semanas Navales”, por Diego Quevedo Carmona, Alférez de Navío ®

La Ciudad Condal sería la elegida para ser sede de la primera de ellas, y las fechas, la primera semana del mes de Julio, donde los actos con la Armada como protagonista fueron una constante esos días. Así, tuvieron lugar conferencias divulgativas, hubo exposiciones de material, jornadas de puertas abiertas para visitar a los buques surtos en puerto, bautismos de mar en algunas unidades de la Flota, se llegaron a fabricar cintas de Lepanto para la marinería, para usar por parte de éstos en eventos comunes donde participasen miembros de unidades diversas, se editaron postales, la FNMT emitió un sello de Correos, (de valor facial 1 peseta), del que se hicieron 10 millones de unidades), la Infantería de Marina realizó una demostración de desembarco estableciendo una cabeza de playa en la Barceloneta, la propia Armada trasladó la tradicional Jura de Bandera y entrega de despachos de los nuevos oficiales desde Marín a Barcelona (sus miembros serían conocidos luego como la “Promoción Barcelona”, actos éstos que se celebrarían en la Avenida Reina Cristina de Montjuich, amplio espacio que facilitaba el posterior desfile, y junto al incomparable marco de lo que había sido sede de la Exposición Internacional de 1929. Incluso, en el Ayuntamiento organizó una gran velada del Ballet del Gran Teatro del Liceo, en honor de la Armada.

Corrían otros tiempos….en definitiva, como decían las crónicas periodísticas de la época, “la ciudad se volcó con la Armada y las calles y plazas de Barcelona se vieron salpicadas por doquier del blanco impoluto de los uniformes de nuestros marinos…”.

El éxito, (la Prensa así lo dejó reflejado, y hoy se puede constatar en las hemerotecas) fue absoluto, dejando un gran sabor de boca desde el primer día hasta el último, siendo el colofón una gran parada naval de todos los buques participantes, así como de los pocos helicópteros que poseía la Armada entonces, y que tanto los Medios de Comunicación, como autoridades e invitados, pudieron seguir desde la amplia cubierta del Crucero “Canarias”, al que aún le quedaban algunos años de vida.

Un par de años después, en el verano de 1968, (el Almirante Nieto Antúnez seguía ostentando la cartera de Marina), la Armada decidió cambiar el escenario de la Semana Naval del Mediterráneo al Cantábrico y si en la primera el protagonismo lo había tenido Barcelona, en la segunda edición sería Santander la ciudad elegida y las fechas, igual que para la primera, es decir, comienzos de Julio. Los actos serían similares a los de Barcelona, cambiando solo y prácticamente los escenarios (desembarco en la Barceloneta para hacerlo ahora en El Sardinero, etc.), llegándose a editar también por ejemplo postales, que procuraban inmortalizar la gran presencia naval desplegada, que alcanzó la cifra de más de 40 unidades, entre destructores, submarinos, fragatas, corbetas, minadores, dragaminas, transportes de ataque, barcazas de desembarco, remolcadores de altura, buque-escuela “Juan Sebastián de Elcano”, petrolero “Teide”, y el veterano Crucero “Canarias”, al que en eta edición le quitó cierto protagonismo el recién incorporado portahelicópteros “Dédalo”, que había sido entregado el 30 de Agosto de 1967, es decir, un año después de la I Semana y uno antes de la II.

El juramento a la Bandera y la entrega de despachos de los nuevos Oficiales de la Armada, se volvió a trasladar desde Marín, (a partir de ese día sus componentes serían conocidos los de la “Promoción Santander”), como ya sucediera en la de Barcelona, acto que tuvo lugar en el llamado “Muelle Calderón”, e incluso se erigió un pequeño monolito, en cuya base, quedó grabada la siguiente leyenda:

“Ante S.E. el Jefe del Estado, y en este lugar, juró bandera la promoción “Santander” de la Armada Española. II Semana Naval. 7 de Julio de 1968”.

Con el fin de divulgar los actos lo máximo posible, aparte de en Santander se realizarían otros de divulgación y presencia naval en localidades como Astillero,Laredo, Santoña,Suances, Torrelavega o San Vicente de la Barquera, cumpliéndose así los deseos del propio Ministro de Marina, que había declarado previamente que “la finalidad que persigue la Semana Naval es facilitar el deseo de la Marina de darse a conocer al pueblo español. Deseamos que España conozca lo que es la Marina, como se vive y como se trabaja en los barcos, nuestras inquietudes y nuestros problemas y, sobre todo, queremos conseguir el conocimiento de lo que el mar ofrece y exige a España por imperativo geográfico a través de las diversas actividades que en la mar tienen su campo de aplicación”.

Si en Barcelona el “listón” había quedado bien alto, Santander no es lo que lo superara, pero tampoco se quedó atrás, significando a la postre un nuevo éxito de participación ciudadana. Si en principio se había previsto hacer las Semanas Navales cada dos años, quiere decirse que la tercera hubiera correspondido llevarla a cabo en 1970, pero se pospuso un año, pues no se realizaría hasta 1971. El escenario volvía a ser el Mediterráneo y se denominó “Semana Naval de Alborán” siendo el puerto base de las unidades participantes Almería, (aunque algunas recalarían en Melilla), llegándose a acuñar por parte de la Diputación Provincial almeriense unas preciosas medallas de bronce para repartir a ciertas autoridades, que hoy suelen ser muy buscadas por los coleccionistas.

En esta III Semana, aunque todo hacía indicar que se repetiría el éxito de las dos anteriores, de hecho el esfuerzo organizativo y demás fue similar, el caso es que el resultado quizás no debió ser el esperado, y si dice un dicho que “a la tercera va la vencida”, el caso es que ahí se acabaron las “Semanas Navales”, tal y como habían sido concebidas y que sin duda contribuyeron a que en muchos chavales sobre todo de “tierra adentro” se les despertara esa afición por la mar, chavales que en muchos casos terminarían alistándose para hacer de la Armada su profesión futura.

Si bien la Armada retomó en 2011 el término “Semana Naval”, ésta se celebra anualmente en Madrid y aunque se imparten charlas y demás, pero desapareció el concepto primitivo establecido en 1966 con la de Barcelona, que como hemos comentado tendría continuidad sólo en dos ocasiones más, en Santander (1968) y Almería (1971).

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios