No obstante, dice Abellaneda, “aún quedan restricciones” que no son propias de los empresarios, que se ven obligados a realizar funciones “policiales”, fundamentalmente en el ocio nocturno, señala el empresario lorquino, por tener que controlar la sala de baile y el consumo en barra, sentado.
Por tanto, reitera Abellaneda, “pedimos la supresión” de estas restricciones, entendiendo que ya se puede convivir con el virus ya que existe un alto índice de vacunación y una baja incidencia en contagios, detalla el hostelero. Ese privilegio estaría destinado a quienes posean el certificado de vacunación, concluye Abellaneda.