La Economía Social se ha hecho un importante hueco en el centro de las decisiones políticas europeas. El pasado día 13 de Julio, los principales representantes institucionales de la Economía Social de Portugal, Italia, España, Francia, Eslovenia, Eslovaquia, Chipre, Bulgaria y Rumanía se citaron en el Comité de Seguimiento de la Declaración de Luxemburgo, presidido este año por Portugal.
Como es habitual, Social Economy Europe, liderada por Juan Antonio Pedreño, tuvo un papel destacado en el encuentro, en el que se tomaron decisiones de calado para el futuro de la Economía Social. Entre los acuerdos alcanzados, contenidos todos ellos en la Declaración de Cascais, se incluyen
•Recomendar a la UE y a los Estados miembros el refuerzo de la apuesta por las entidades de la Economía Social como instrumentos de resiliencia en el contexto de la crisis económica y social provocada por la COVID19.
•Mejorar el acceso a la financiación pública y privada de las entidades de la Economía Social, teniendo en cuenta sus especificidades.
•Apoyar el Plan de Acción Europeo para la Economía Social, que la UE pondrá en marcha en el segundo semestre de 2021.
•Reforzar el compromiso con la creación de instrumentos destinados a la formación y a la potenciación de las entidades de la Economía Social, mediante la participación de sus actores en el diseño y la aplicación de la Agenda de Capacidades para Europa, en particular a través del “Pacto por las Capacidades”.
•Reforzar la cooperación entre los Estados miembros comprometidos con la promoción de la Economía Social estableciendo un Plan de Trabajo bianual del Comité de Seguimiento de la Declaración de Luxemburgo.
•Reforzar el fomento de la cooperación entre el mundo académico, los centros de investigación, los institutos de estadística y las entidades y empresas de la Economía Social.
Estos y otros compromisos buscan asegurar el refuerzo de la Economía Social en las políticas de la Unión Europea, con la intención de seguir contribuyendo a la creación y al mantenimiento de empleo de calidad. También, reconocer a la Economía Social como una realidad empresarial y social de primer nivel en la Unión Europea, presente en todos los sectores de la actividad económica y que engloba a 2,8 millones de empresas y entidades que generan el 8% del PIB y dan trabajo a 13,6 millones de personas.
Juan Antonio Pedreño aprovechó la ocasión para poner sobre la mesa algunas acciones a implementar con el objeto de que el papel de la Economía Social siga creciendo en el seno de la Unión Europea.
En este sentido, Pedreño destacó que el número de países interesados por la Economía Social era cada vez mayor e indicó que el Plan de Acción de la Economía Social “puede ser una política pública que genere y potencie una revolución del emprendimiento colectivo a través de formas de Economía Social”, por lo que el presidente de Social Economy Europe propuso concebir un Plan de Acción con un horizonte a cinco años y dotado de potentes mecanismos de implementación y seguimiento para hacerlo efectivo.
Asimismo, Pedreño habló de la necesidad de crear una plataforma única de apoyo a las empresas y emprendedores de la Economía Social que sirva también de puente en el acceso de los Fondos Europeos.
Otra de las propuestas del también presidente de Ucomur y Ucoerm fue la creación de un concepto unitario de Economía Social de uso común en Europa y recordó, además, que por delante quedan eventos y encuentros importantes para la Economía Social y su posicionamiento en Europa como son las próximas citas en San Sebastián, Eslovenia y Estrasburgo o la primera edición de los Premios Europeos de la Economía Social.
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