Este precio supera la máxima alcanzada en junio, en el que se registró una media mensual récord de 83,30 euros.
El récord anual absoluto fue de 99,8 euros el MWh alcanzado el pasado 2 de julio.
Estos precios afectan especialmente a la industria y a los 10,5 millones de personas acogidas al precio voluntario para el pequeño consumidor que comprueban cómo las compañías hacen de su capa un sayo y como las medidas de contención de precios adoptadas por el Gobierno, no consiguen una bajada de las tarifas.
Los únicos beneficiados al no afectarle la subida son los 17 millones de consumidores que están en el mercado libre ya que cuentan con un precio pactado.
El alto precio de la electricidad se registra después de que en junio entrara en vigor el nuevo esquema por periodos horarios.
La ministra manifesó que su principal objetivo es paliar el efecto negativo que estos precios están ocasionando en los consumidores, aunque ha admitido que esta situación seguirá manteniéndose en el tiempo.
Para la ministra la solución está en conseguir que el 100% del sistema eléctrico sea capaz de abastecerse sin depender de combustibles internacionales y de los costes de emisión de dióxido de carbono (CO2).
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