Citaba lo que viene sucediendo con la gestión del dichoso Covid19, donde el pasado viernes conocimos que la jornada acabó con la nada despreciable cifra de 15.000 nuevos contagiados por el virus, vamos, como para presumir de una exquisita gestión. Dos partidos de Estado absolutamente enfrentados por una cuestión tan básica como es la Salud Pública. A ver quién manda más y mejor mientras que la ciudadanía asiste atónita al encontronazo ante una evidente falta de entendimiento a la hora de utilizar todos los resortes existentes para mejorar la vida de los ciudadanos.

Otro capítulo, la Justicia. El Consejo General del Poder Judicial lleva dos años caducado en su actual composición. Una muestra más de irresponsabilidad compartida demostrada por Gobierno y Oposición. Nuevamente toca tirarse los tiestos: Que si tú, que si el otro, que el de al lado, que no quiero a esta gente, ahora me enfado y me las vas a pagar con una actuación caciquil….hasta que Europa, alertada por el PP llama la atención al Ejecutivo de Sánchez bajo amenaza de congelar los fondos para la reconstrucción. Y nueva vuelta de tuerca para escuchar al Presidente ofrecerse a su rival para retomar las conversaciones, y estos, a su vez vuelven a poner condiciones para firmar el pacto. ¿Quién cederá?

Detengámonos finalmente en la economía, que amenaza con negros nubarrones para los siempre sufridos bolsillos del personal y que según los economistas se adentra en una situación límite pues todo indica, dicen desde el FMI, que España encara la peor contracción económica en 2020, con un previsible retroceso del PIB del 12,8% al concluir el ejercicio, previendo también un aumento de la deuda de 23 puntos del PIB respecto al pasado año, considerado como la mayor alza de su historia.

Estas previsiones tan nefastas ponen de manifiesto el grave ejercicio de irresponsabilidad compartida de los principales dirigentes políticos –PSOE-PP-por no querer entenderse, dejar a un lado la lucha política y caminar juntos para velar por la salud y aparcar los réditos electorales. El PP practica una política de frentismo en materia de cooperación en cuestiones vitales como es renovar los órganos constitucionales y negociar los Presupuestos. Y respecto al Gobierno PSOE-Unidas Podemos, al que le acompañan los peores datos sanitarios y económicos, debe abandonar la política oscurantista y lenta que demuestra ante el enorme esfuerzo que han de soportar nuevamente los españoles.

Por tanto, resulta conveniente e imprescindible rebajar el clima de tensión al que asistimos estupefactos, que derivan en arrancar viejos fantasmas del pasado. Escuchar y ver las sesiones del Congreso de los Diputados solo sirven para crear más desafección y alejarse del monumental e impresentable circo político al que nos están acostumbrando. De lo contrario, seguiremos escuchando y leyendo que “España es un país fallido”, frase que no podemos ni debemos permitir.