El crack italiano cubrió la vuelta a este trazado de poco más de 3 Km. en 32 segundos menos, lo que hace indicar la lejanía que aún hay con el robot de Yamaha. Eso sí, el Motobot no tenía ni la experiencia, ni la capacidad para mover el cuerpo en las curvas, ni la inteligencia para buscar la trazada más adecuada que atesora Rossi. A su favor, en cambio, jugaba que solo tiene 45 Kg. de peso, dado que está fabricado en fibra de carbono y aluminio.
Esta capacidad se ha conseguido en dos años de trabajo y da muestra de hasta donde se puede llegar. Es más, la primera pregunta que surge no es otra que: ¿conseguirá batir a un campeón del mundo luchando contra el crono? Y yendo aún más allá, ¿sería capaz de batir en un mano a mano o rodando en grupo a pilotos como Marc Márquez?
Otra cuestión es si el espectáculo sería el mismo en el caso de que los pilotos fueran máquinas. ¿Nos gustaría verlos correr en vez de a pilotos de carne y hueso que se juegan el pellejo? Quizás ahora mismo suene descabellado, pero bien podría llegarse a una situación como la que vimos en la película Acero Puro, en la que los boxeadores eran gigantescos robots.