Este lunes, el magnate estadounidense Elon Musk fue objeto de críticas por parte de varios líderes europeos, quienes advirtieron que su intervención en la política de naciones como Alemania representa un riesgo para la democracia.
El apoyo de Musk, quien también actúa como asesor del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se ha manifestado hacia Alice Weidel, la candidata a canciller del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), en vista de las próximas elecciones en ese país.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha sido calificado de «tonto» por el multimillonario que se unirá a la administración de Trump. Además, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha recibido el epíteto de «tirano antidemocrático», junto con otros comentarios despectivos dirigidos a políticos europeos.
La libertad de expresión de Musk fue defendida por la Comisión Europea (CE) el lunes, aunque también advirtió que evaluará cualquier posible riesgo para la democracia en relación con las próximas elecciones en Alemania, conforme a la Ley de Servicios Digitales de la Unión.
En su red social, el magnate ha comunicado que el próximo jueves llevará a cabo una entrevista en directo con Weidel, a quien considera la única formación capaz de «salvar a Alemania».
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha señalado a Musk por «apoyar una nueva internacional reaccionaria» y por interferir en las elecciones de naciones como Alemania.
Macron advirtió sobre la existencia de «una internacional de reaccionarios» que defiende «grandes intereses financieros privados», señalando que estos se benefician de que «nuestras democracias liberales no han sido suficientemente eficaces» en resguardar a la clase media.
Jonas Gahr Støre, el primer ministro de Noruega, expresó su preocupación por los recientes comentarios realizados por el multimillonario tecnológico Elon Musk sobre la situación política en Alemania y otros países.
Christian Lindner, exministro de Finanzas y líder del Partido Liberal de Alemania (FDP), acusó al propietario de X, Tesla y SpaceX, un multimillonario al que admira, de intentar «generar caos» y «debilitar» el país centroeuropeo al respaldar a la ultraderecha.
Lindner reconoció que la «intervención» de Musk en la campaña electoral alemana provocó «enormes olas» de indignación.
Políticos británicos, entre ellos el primer ministro laborista Keir Starmer, han sido objeto de críticas por parte de Musk. En X, el empresario lo acusó de ser «culpable de crímenes terribles contra el pueblo británico» debido a su falta de investigación sobre las «violaciones masivas» en el Reino Unido durante su tiempo como jefe de la Fiscalía.