Según un informe policial desclasificado este martes, Jair Bolsonaro tenía "pleno conocimiento" del plan ideado por militares golpistas para envenenar al entonces presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, tras las elecciones de 2022.
El asesinato iba a llevarse a cabo antes de la investidura de Lula, el 1 de enero de 2023.
El magnicidio tenía como objetivo también eliminar al vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, así como al juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, quien en ese momento era el jefe del Tribunal Superior Electoral .
El informe de la Policía Federal, desclasificado por el Supremo, señala que Jair Bolsonaro estaba al tanto del plan conocido como 'Puñal Verde y Amarillo', así como de las actividades encubiertas llevadas a cabo bajo el nombre de 'Copa 2022'.
El plan que supuestamente fue diseñado por el general de la reserva Mario Fernandes, secretario ejecutivo de la Secretaría General de la Presidencia brasileña en ese momento es objeto de investigación de la policíaen cuyas manos obran varios documentos que detallan la manera en la que se iba a llevar a cabo el magnicidio.
El informe revela que los golpistas habían considerado la eventualidad de "diversas muertes" durante su operación, incluyendo a los "eventuales militares implicados". Su objetivo final era "secuestrar y ejecutar" a De Moraes y eliminar a Lula, utilizando un agente químico que causara un "colapso orgánico", así como también a Geraldo Alckmin.
El plan conocido como 'Puñal Verde Amarillo', iba a llevarse a cabo el 15 de diciembre, dos semanas antes de la toma de posesión de Lula da Silva.
La semana pasada, se presentaron cargos ante la Justicia por parte de la Policía Federal contra Bolsonaro y otras 36 personas, incluyendo a varios altos mandos militares y exministros de su administración, por "abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado y asociación ilícita".
Bolsonaro afirmó que "nunca" consideró la opción de anular las elecciones para seguir en el poder. En cuanto a los delitos, las penas acumuladas solicitadas ascienden a 30 años de prisión.
Entre los 37 acusados se encuentran varios jefes militares, tanto en servicio como retirados, exministros, individuos de su círculo más cercano y Valdemar Costa Neto, quien preside el Partido Liberal (PL) que dirige el exmandatario Bolsonaro.
Entre los acusados cabe destacar a Walter Braga Neto, general en la reserva y exministro de la Presidencia y Defensa, quien fue candidato a vicepresidente en 2022, Almir Garnier Santos, excomandante de la Marina, así como los generales retirados Augusto Heleno y Paulo Sérgio Nogueira, todos ellos parte del gabinete de Bolsonaro.