Para evitar lo sucedido ayer cuando los manifestantes se dedicaron a prender hogueras por las arterias más importantes de Barcelona, la policial catalana ha movilizado un camión equipado con un cañón de agua antidisturbios.
Este cañón de agua lanza chorros a presión para dispersar a los manifestantes y alcanza una distancia de unos 60 metros. El camión tiene una capacidad de 3.500 litros. Hasta el momento nunca ha utilizado el vehículo, que fue comprado en 1994.
Desde las siete y media de la tarde, miles de personas se concentran en la Gran Via de Barcelona, convocados por los CDR que han llamado este miércoles a una nueva concentración en la capital catalana a partir de las 19.00 horas para lograr una "movilización permanente" en contra de la sentencia del 1-O.
La llamada de los CDR responde al apoyo que Qun Torra le ha venido dando a estos grupos a los que por un lado anima, mientras ordena a sus fuerzas policiales que los apaleen. La última e incoherente decisión ha sido la de sumarse a la Fiscalia para pedir prisión para cuatro de los manifestantes que fueron detenidos ayer en Barcelona por su presunta vinculación con los disturbios ocurridos en las protestas de ayer.
Según Alerta Solidària, cuyos abogados representan a esos cuatro detenidos, tanto la Fiscalía como la acusación particular de la Generalitat piden al juez que prohíba a los cuatro manifestantes seguir asistiendo a movilizaciones. Estos son cuatro de las seis personas que
los Mossos d’Esquadra detuvieron ayer en Barcelona durante los enfrentamientos con la policía.
Los seis detenidos han pasado este mediodía a disposición del juzgado de instrucción de guardia, que debe decidir ahora si los envía a prisión, con o sin fianza.