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Guadix, un polvorín

Guadix, un polvorín
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En el mes de noviembre del pasado año una pirotécnica saltaba por los aires en el municipio granadino de Guadix, ayer volvía a suceder. En la explosión ha fallecido el trabajador que fue evacuado al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla con quemaduras en el 80% de su cuerpo y otro natural del vecino pueblo de Diezma
Guadix, un polvorín

El suceso tuvo lugar el viernes en la pirotecnia Francisco López Franco de Guadix, sita en el camino de Lugros.

Se da la circunstancia que el lugar de la explosión linda con la pirotecnia María Angustias, ahora cerradadespués de explosionar en noviembre del año pasado llevándose la vida de tres personas.

Tras la defragración el 112 activó el protocolo de emergencia y se acercaron al lugar efectivos de la Guardia Civil, Policía Local,Bomberos y equipos sanitarios.

Al llegar los Tedax de la Guardia Civil, detectan magnesio, un problema añadido. Comprueban que es una zona de cuevas y casetas que estan siendo utilizadas por empresas de fuegos artificiales para almacenar el material explosivo.

Los tedax saben que no pueden apagar el incendio con agua, ya que el magnesio al contacto con el agua produce una mayor deflagración, de ahí que la zona permanecezca acordonada por motivos de seguridad.

Mientras llegan los helicopteros del 061 para evacuar a los heridos, los bomberos comienzan con la operación de rescate.Comprueban que son dos, un hombre de 49 años y natural de Diezma y otro de 34 años natural de La Peza. Los dos presenta quemaduras de gravedad por todo el cuerpo, tal es así que Eusebio Fernández, el hombre de 49 años, muere allí mismo, mientras que el segundo de los heridos, José Antonio Contreras Vílchez, de 34 años, casado y con dos hijos pequeños es trasladado e helicoptero hasta la capital andaluza, muriendo después tras permanecer en la UCI en estado crítico.

En las dependencias de la pirotecnia trabajan efectivos de los Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax) que, por protocolo, se encuentran asegurando la zona y analizando si existe riesgo de una nueva explosión.

Son por tanto cinco muertos en menos de un año. En Guadix son pocos los que quieren hablar, son varias las familias que viven del negocio de la pirotecnia, saben sin embargo que Guadix es un polvorin.

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