Iker Casillas está a punto de cumplir los 38 años y en repetidas ocasiones ha señalado que planea retirarse en cuanto cumpla los 40.
Desde 2015 juega en el Oporto -club al que pasó tras oficializar su salida del Real Madrid,
El pasado mes de marzo el portero firmó una extensión de su contrato con el club portugués, indicando que su intención era quedarse ahí hasta concluir su carrera.
Ayer durante el entrnamiento comenzó a sentirse mal. Había sufrido un ataque agudo de miocardio.
En declaraciones a 'Porto Canal', el canal de televisión del club luso, el médico deportivo aseguró que al portero español "no le va a quedar ningún tipo de secuela", y añadió que "está bien, estable y con el humor que lo caracteriza, acompañado por su familia y listo para iniciar los primeros pasos de su recuperación".
"Afortunadamente, los procedimientos que están en vigor funcionaron bien: Casillas fue diagnosticado en el campo de entrenamiento rápidamente y en el momento que sospechamos que podía tratarse de un problema mayor, avisamos al [Hospital CUF Porto] para que tuviese un equipo médico a nuestra espera. Al llegar ahí, ya estaba todo preparado para recibirnos y, confirmado el diagnóstico, la intervención fue inmediata. En poco tiempo hicimos el cateterismo, fue todo muy bien y el problema quedó resuelto.
El portero publicó una foto en su perfil de Instagram en la que dio las gracias por los mensajes de apoyo recibidas desde todos los rincones del mundo y aseguró que todo estaba "controlado" tras "un gran susto", y afirmó que seguía "con las fuerzas intactas". Durante la noche decenas de fans se han acercado al Hospital CUF Porto para dejar pequeñas muestras de cariño para el futbolista, que ya se encuentra lo suficientemente bien para recibir visitas de algunos de sus compañeros de equipo, entre ellos Óliver Torres y Maxi Pereira.
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