Susana Díaz dice que no se va y que seguirá como jefa de la organización PSOE-A. Afirma que tiene la confianza de sus compañeros, pero se le ha olvidado decir que no goza de la confianza de gran parte de la militancia, o dicho de otro modo de los que le han hecho perder. Dice que su partido ha ganado las elecciones pero nada dice de los 400.000 votos que el PSOE andaluz ha perdido.
La lideresa afirma que si hubiera perdido se hubiera marchado pero que ahora toca liderar la oposición. Pero aunque se niegue, hasta Ferraz llega el olor a muerto que Pedro Sánchez ya ha dado orden de enterrar.
El futuro de Susana es muy negro. El del Partido Socialista de Andalucía, sin ella liderándolo, esperanzador.
La baronesa empieza a apestar, son cada vez menos los que la siguen, tanto es así que son pocos los alcaldes que la quieren haciendo campaña a su lado en las municipales. Los que un día la vitoreaban, hoy ya no lo hacen y hasta aseguran no haber participado en el ‘golpe’ a Pedro Sánchez que puso a Rajoy en la Moncloa.
Y así, donde dijo digo, ahora dice Diego y si entonces se comprometió públicamente a irse sin hacer ruido diciendo que era "cultura de partido hacerlo cuando los a un dirigente los resultados no le acompañan" ASEGURANDO que "el partido está por encima de las personas", ahora se desdice, pensando en la dura travesía para alguien que ha hecho de la política su oficio. Y lo peor es que con tantos cadáveres como ha dejado en el camino y tantas traiciones de las que ha sido gestora, son pocas las manos dispuestas a sacarla de hoyo. “No quiero ser senadora por la comunidad autónoma” ha dicho. Sin embargo aceptará, como la mayoría de la gente Susana come tres veces al día y fuera de la política y de lo público le será difícil comer. Recordemos que no se le conoce oficio.
Decía un articulista, " el problema de la señora Díaz, no es que no sepa que se tiene que ir, el problema es que no sabe adónde ir. Pero ese es su y no tiene derecho a trasladar el problema a todo el partido"
Susana debe dimitir y Pedro Sánchez no puede ni debe rescatarla o cometerá un agravio contra los socialistas andaluces que le auparon al poder.
Si hay algo en la que gran parte de los ANDALUCES DE IZQUIERDAS Y DERECHAS COINCIDEN es en que Susana ha sido el cáncer de esta tierra, ha sido el cáncer del PSOE y la culpable de que hoy la ultraderecha gobierne una donde la mayoría de la gente es de izquierdas. Más vale poner coto de una vez a esta sinrazón y destituir a Susana o el daño al partido será aún mayor. Sin embargo no es conveniente que la Trianera se vaya sola, con ella deben de irse también los beneficiados y enchufados en esa administración paralela, amiguetes que entrelazan sus manos en la tupida red de empresas públicas, fundaciones y agencias de las que se han servido para colocar a familiares y afines.
Si en verdad desde Ferraz se quiere regenerar el PSOE en Andalucía, es necesario que líderes provinciales y entre estos secretarios generales provinciales y de organización, cojan las de Villadiego, incluidos aquellos que nada más perder se apargatan y al no obtener puesto en el parlamento se auto liberan para vivir de las cuotas de los afiliados como es es el caso de Antonio Martinez, quinto en la lista por Almería y con piso alquilado en Sevilla, sin oficio y maltratador de los suyos, de los que ahora pretende cobrar.
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