TRAGSA vuelve a demostrar su incapacidad para la gestión del centro de menores al incumplir con los derechos adquiridos de los residentes y situar en grave riesgo la integridad física de la plantilla, de la que varios miembros resultaron heridos de diversa consideración ante el tumulto originado por negar los 10€ habituales a cada menor, conforme a las prácticas históricas para celebrar el fin del Ramadán.
Negar primero para, tras el altercado, conceder, es un gravísimo precedente que incita a la violencia, al mostrar el camino para la consecución de objetivos, mientras la plantilla del “fuerte La Purísima” es víctima nuevamente de la nefasta gestión política y de una empresa que vuelve a demostrar su ineptitud para la gestión de un centro de menores.
Tradicionalmente con la llegada del fin del Ramadán se ha venido haciendo entrega a los menores de regalos y 10€ para celebrar la fiesta del Eid al-Fitr, sin embargo la ruptura con esa tradición de modo unilateral por parte de TRAGSA provocó el malestar de los menores y una protesta en la que sucedieron episodios violentos que han afectado directamente a miembros de la plantilla que incluso han temido por su integridad física y sus vidas por culpa del mal hacer de los gestores del centro y de un gobierno de la ciudad autónoma que reacciona tarde y mal incitando a la violencia como modo de soluciones a la deficiente gestión.
Randa Mohamed vuelve a demostrar que la consejería le viene muy grande y que TRAGSA-TRAGSATEC no ha sido una elección acertada, convirtiéndose en un nuevo parche y no en soluciones para el centro de menores la Purísima, debiéndose acabar de una vez por todas con la gestión indirecta a través de empresas interpuestas y MUNICIPALIZAR de inmediato el servicio.
CGT lamenta el bochornoso espectáculo sucedido, desea una pronta recuperación de los miembros de la plantilla que han resultado heridas o lesionadas y denuncia la criminalización que se hace de los menores a los que al negarles sus derechos adquiridos se les incitó a la revuelta y después se les ha mostrado el camino para ser respetados, vista la solución política posterior.
Para CGT, la acumulación de incidentes se da en un contexto de sobrecarga crónica del sistema, falta de recursos y plantillas insuficientes para el volumen y número de menores acogidos, mucho más después del anuncio del Gobierno de España del incremento en 34 nuevos menores migrantes en la Purísima y de la conflictividad laboral que se avecina ante la falta de subida salarial 2025 por parte de TRAGSA y resto de incumplimientos sociolaborales de esta empresa.