Desde el inicio de la crisis, Carlos Mazón se apresuró a enfatizar que estuvo presente atendiendo la catástrofe durante el día de la DANA. Intentó disimular que compartió una comida con una periodista mientras las víctimas sufrían y afirmó haber llegado al centro de emergencias a las 19:00 horas, aunque luego rectificó su declaración a "pasadas las 19:00 horas". En un nuevo giro en su relato, que lo deja en una posición comprometida, busca evadir el creciente cerco judicial que se cierne sobre él. La jueza de Catarroja, encargada de investigar los hechos del 29 de octubre, ha dejado claro que existe una responsabilidad autonómica evidente por el retraso en el envío de la alerta a la población.
El miércoles, un grupo de periodistas tuvo la oportunidad de escuchar la última versión que ofreció Mazón, quien fue cuestionado sobre la hora de su llegada a L'Eliana. La sorpresa se repitió: cuatro meses después, Mazón afirmó que arribó al CECOPI "a las 20.28", pocos minutos después de enviar la alerta.
De esta forma, el partido 'popular' busca eludir a toda costa posibles responsabilidades penales que podrían recaer sobre él si se confirma que la demora en alertar a la población —y las graves consecuencias que esto acarreó— se debió a la espera de su llegada al CECOPI. Esta táctica podría perjudicar claramente a la exconsellera Salomé Pradas. En efecto, según el testimonio de dos miembros del CECOPI que hablaron con 'La Vanguardia', la entonces titular de Interior no se sintió capaz de dar la orden hasta que tuvo una reunión con el president. "¡Mandadla de una puta vez!", fue lo que se escuchó en ese centro de emergencias, según los testigos. Estos titubeos ya habían sido mencionados por 'el Diario.es' en noviembre, basándose en los relatos de algunos presentes.
La información presentada difiere nuevamente de la que ofreció Mazón el miércoles, quien enfatizó que "en ningún momento nadie" anticipó su llegada a L'Eliada "para mandar la alerta". Además, reitera que tampoco "se requirió" su autorización. Estos son argumentos utilizados para eludir la responsabilidad penal por homicidios y lesiones imprudentes. Precisamente, el martes se abstuvo de realizar valoraciones sobre esos días, justificándose en mostrar "respeto" hacia la magistrada.
No ha presentado su registro de llamadas de aquel día, aunque sí especificó que realizó aproximadamente 16 llamadas desde que abandonó el restaurante 'El Ventorro' hasta que llegó al CECOPI. Esta lista contradice su declaración anterior, en la que afirmaba haber estado en el centro de mando a las siete de la tarde, ya que la última llamada registrada es a las 19:43 con Pradas, quien se encontraba en L'Eliada desde un principio. Si ambos estaban en el mismo lugar, ¿por qué habría necesitado llamarla?
El martes, la vicepresidenta Susana Camarero enfrentaba dificultades debido a la persistencia de los periodistas que preguntaban sobre la hora de llegada del president al centro de emergencias: "Sin duda, llegó después de lanzar el mensaje". De esta manera, se buscaba desviar cualquier responsabilidad relacionada con la alerta hacia Mazón.
No hay lugar a dudas sobre una publicación en redes sociales realizada por Mazón el 8 de noviembre, en respuesta a la 'Cadena Ser'. Este medio informaba que Teresa Ribera, quien ya no ocupa el cargo de ministra de Transición Ecológica, afirmaba que le "costó hasta cuatro llamadas localizar al señor Mazón esa misma tarde". A esta declaración, él contestó compartiendo una captura de pantalla de un mensaje dirigido a la actual vicepresidenta europea.
La imagen muestra el mensaje de Rivera, donde se presenta y asegura que estaban "pendientes y preocupados" desde la cartera que dirigían. En su escrito, también menciona detalles sobre el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), el ministro Fernando Grande-Marlaska y la AEMET. El president acompañó esta captura de pantalla con un reproche: "Basta de manipulaciones. Este SMS, a las 20:20h después de enviar la alerta y sin cobertura en el CECOPI. Eso es lo que ocurrió".