Nacido en el barrio de San Cristóbal, fue el más pequeño de siete hermanos. Su padre, José, trabajaba en la agricultura y la ganadería y su madre, Águeda, entre las labores de la casa, trabajaba en el negocio familiar, una confitería situada en ese mismo barrio.
Su formación comenzó con los Hermanos de las Escuelas Cristianas donde cursó Primaria aunque el Bachillerato lo hizo por libre presentándose solo a los exámenes. Dos de sus hermanos, uno médico y otro farmacéutico, influyeron en la elección de Rafael Méndez por la medicina.
Ya en el año 1921 inició sus estudios en la Facultad de Medicina de Madrid, donde coincidió con el cartagenero Isidoro Mínguez y con el murciano Luis Valenciano y, donde más tarde, obtiene la titulación, aunque antes de graduarse, opta por la investigación farmacológica. En la Residencia de Estudiantes, además de compartir habitación con Severo Ochoa, conocería a grandes personajes de la vida cultural española como Federico García Lorca, con quien trabó amistad, o Salvador Dalí.
Durante la guerra civil española desarrolló una gran actividad política en el bando republicano, ocupando diversos cargos públicos debido a su amistad con Juan Negrin, primero como secretario en el Ministerio de Hacienda, luego como director general de Carabineros de España, como subsecretario de la Gobernación y finalizando la guerra como cónsul en Perpiñán.
Más tarde decidió marcharse a Estados Unidos donde estuvo varios años trabajando como investigador en las universidades de Loyola Chicago y Harvard. En el año 1946, acepta una invitación de Ignacio Chávez para ser jefe del departamento de farmacología del recién creado Instituto Nacional de Cardiología de México, donde se formaron con él los cardiólogos murcianos Juan Antonio Ruipérez Abizanda y Ramón Arcas al menos.
En 1945 murió su mujer, Ángela Herrera Recalde (Angelita), con la que se había casado en 1938, y ya en México se volvió a casar, en 1955, con una refugiada española, Marga Blanco Aguinaga.
En 1963 el gobierno de Franco permitió al doctor Méndez que volviera a España cuando lo desease. Sus viajes a España fueron constantes y durante la transición colaboró estrechamente con Manuel Fraga para facilitar el regreso de los refugiados políticos españoles.
Fue ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales otorgado en 1978 por el gobierno de México.
En el año 1981 el rey Juan Carlos I le entrega la Gran Cruz del Mérito Civil y en 1982 la Universidad de Murcia le otorgó el doctorado Honoris Causa.
En el año 1983, Rafael Méndez fue nombrado Hijo Predilecto de Lorca y Región de Murcia.
En 1985, de nuevo en México, fue designado como coordinador de los Institutos Nacionales de Salud, puesto que ocupó hasta su fallecimiento en 1991.
Un año antes de su muerte, en 1990, Rafael Méndez acudía a la inauguración del hospital comarcal de su ciudad natal, que lleva su nombre.
El hospital Rafael Méndez recuerda a los lorquinos a uno de sus científicos más relevantes, farmacólogo con más de sesenta años de actividad científica que nunca olvidaría sus orígenes a pesar de la distancia que le separara de ellos durante muchos años.
El doctor Méndez fue una de las personalidades científicas que compartió en la Residencia de Estudiantes de Madrid, junto a grandes literatos, filósofos e investigadores, uno de los momentos de mayor esplendor de la cultura española. Los nombres de García Lorca o Severo Ochoa formaron parte de sus vivencias, vivencias que dejaría reflejadas en sus memorias.
Entre las distinciones que recibió en su tierra natal, destacan el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Murcia en 1982, el nombramiento de Hijo Predilecto de la Región y de Lorca en 1990, y la ya mencionada nominación del hospital de su ciudad natal con su nombre.
Biografía
Médico. Realizó los estudios primarios y secundarios en Lorca y Murcia. En 1921 llegó a Madrid para iniciar la carrera de medicina en la Universidad Central, licenciándose en 1927 y obteniendo el doctorado en 1928. Se alojó en la Residencia de Estudiantes y en el curso 1923-1924 comenzó a trabajar como becario de investigación con Teófilo Hernando en la Facultad de Medicina y con Juan Negrín en el laboratorio de fisiología de la Junta de Ampliación de Estudios en el Extranjero, hoy CSIC.
Pensionado por esta Junta, estuvo desde 1928 a 1930 en Edimburgo (Escocia) donde estudió con el doctor J.A. Clark, posteriormente en Berlín con el doctor P. Trendelenburg y en Londres con el profesor J.H. Burn, todos ellos prestigiosos farmacólogos.
A su regreso, de la mano de Juan Negrín ingresó en la Agrupación Socialista de Madrid en 1931. Fue profesor auxiliar de Farmacología en la Universidad de Madrid y jefe de la Sección de Farmacología del Instituto Farmacológico y Control de Medicamentos.
Durante la revolución de octubre de 1934 actuó como enlace del Comité Revolucionario por afiliado a la Agrupación Socialista de Madrid. Ese mismo año fue catedrático de Farmacología en Cádiz y en 1935 en la Universidad de Sevilla, renunciando a la cátedra para volver a Madrid a su trabajo de profesor auxiliar y en el Instituto de Farmacología.
Durante la guerra civil fue secretario particular de Juan Negrín en el Ministerio de Hacienda y al constituirse el Cuerpo de Carabineros fue nombrado Director General del mismo y posteriormente Subsecretario del Ministerio de la Gobernación. Además, realizó importantes misiones secretas, encaminadas a la compra de material bélico, encargadas directamente por el Presidente del Gobierno.
Al finalizar la guerra se exilió en Francia y de allí a Estados Unidos. Trabajó como investigador asociado en la Universidad de Harvard (Boston) con O. Krayer, con quien ya había colaborado en Berlín. Fruto de sus investigaciones fue la modificación de la técnica del preparado cardiopulmonar de Starling, técnica conocida internacionalmente como el método de Krayer y Méndez.
Posteriormente se trasladó a la Universidad de Loyola (Chicago), donde fue profesor y jefe del Departamento de Farmacología en la Escuela de Medicina.
En 1947 aceptó la invitación de Ignacio Chávez para trasladarse a México, donde fue profesor de Farmacología de la división de Estudios Superiores de la Universidad Nacional Autónoma de México (1947 a 1969) y jefe del departamento de Farmacología del Instituto Nacional de Cardiología (1947 a 1990).
Contribuyó con importantes trabajos al conocimiento de la farmacología cardiovascular, especialmente de los glucósidos digitálicos y los derivados de la veratrina y a la formación de investigadores mexicanos en las ciencias experimentales.
Al llegar a México reingresó en el PSOE, asistiendo al VII Congreso del PSOE en el exilio celebrado en 1958 como delegado de las Secciones del PSOE de México y Montevideo (Uruguay), aunque posteriormente, poco a poco, fue dejando la militancia política activa para dedicarse a la investigación y la docencia.
Asistió como delegado oficial de México a numerosos congresos de cardiología e impartió cursos y conferencias en la mayoría de las universidades americanas. Visitó España en 1965, incorporándose años después a la Sociedad Española de Cardiología y siendo miembro del Consejo de Honor del Patronato Miguel Servet para la Investigación Cardiovascular, de Madrid, en 1973. En 1978 recibió el Premio Nacional de Ciencias de México.
Falleció en México el 24 de marzo de 1991 y la mitad de sus cenizas, las que no quedaron en México, están depositadas en España desde años después, en el cementerio de San Clemente, en su Lorca natal, que las recibió de manos de su hijo, oficial y previamente en el palacio de Guevara, siendo alcalde de la ciudad el maestro socialista Miguel Navarro.
Francisco Poveda